De acuerdo con la Agencia Cubana de Noticias (ACN) el Grupo Temporal de Trabajo de Las Tunas, creado para enfrentar la COVID-19 en ese territorio, aprobó retroceder la capital de la provincia a la tercera fase a partir del próximo lunes 22 de febrero. Tomaron la medida atendiendo al incremento de los casos confirmados durante las últimas jornadas.
Con la nueva normalidad el territorio venía adoptando medidas para evitar ese retroceso sanitario, pero ahora las autoridades exigirán con mayor rigor el cumplimiento de las medidas a fin de evitar una mayor propagación de la enfermedad.
Los tuneros tendrán que usar el nasobuco de manera obligatoria en lugares públicos, desinfectarse las manos y superficies de uso común. Los trabajadores con problemas respiratorios no serán aceptados en sus centros laborales. También se deberán evitar actividades públicas, reuniones o fiestas.
La nota precisa que se redoblará la vigilancia epidemiológica en la comunidad y que se prohibirá la entrada innecesaria personas a los hospitales, en los que continuarán prohibidas las visitas a ingresados, excepto en los casos de pacientes con limitaciones físicas o mentales.
Las indicaciones incluyen, además, restringir la cantidad de pasajeros en los ómnibus, aumentar la revisión a los vehículos de carga para evitar que viajen personas no autorizadas y regular los medios de transporte con destino a otras provincias.
Además, se mantendrán las actividades del curso escolar; la enseñanza primaria efectuará las clases de lunes viernes; los preuniversitarios y politécnicos continuarán con el escalonamiento por grados y los círculos infantiles se mantendrán trabajando.
Desde que se detectó el coronavirus en Cuba, en marzo de 2020, Las Tunas acumula 349 casos positivos, pero en lo que va de 2021 ha experimentado un rebrote.