De acuerdo con el periódico Juventud Rebelde, han entrado en vigor un conjunto de medidas para frenar la expansión del coronavirus en Camajuaní, entre ellas el distanciamiento social, el uso permanente del nasobuco en los lugares públicos y las restricciones de movimiento.
El Consejo de Defensa Municipal y el Provincial aplicaron una cuarentena en la zona urbana de esa localidad, y acordaron revitalizar el enfrentamiento sobre todo en los consejos populares Camajuaní Uno y Dos, en los que se localiza la mayor cantidad de confirmados, sospechosos y contactos.
Entre las medidas se encuentran la desinfección de centros laborales estatales y de trabajo por cuenta propia, así como de las calles y manzanas de mayor riesgo epidemiológico.
También la restricción de movimiento intra e intermunicipal. Los centros de comercio realizarán las ventas fuera del establecimiento para impedir que las personas se concentren en espacios cerrados.
Otra de las prioridades, dice la nota, consiste en pesquisar a la totalidad de la población camajuanense, dando prioridad a las personas residentes en áreas de riesgo.
Está prevista también la evacuación escalonada de vacacionistas de la playa Juan Francisco y la prohibición de acceso a esa zona, así como la cancelación de reservaciones en campismos, instalaciones hoteleras o unidades de la red de alojamiento dentro y fuera de la provincia.
La delegada del turismo en Villa Clara, Regla Dayamí Armenteros, dijo que para los casos de hoteles y campismos se ha previsto reintegrar el monto de la reservación o, en su lugar, negociar una nueva fecha una vez concluido el aislamiento.
Los trabajadores del sector turístico residentes en Camajuaní y Vueltas no se incorporarán a Cayo Santamaría mientras dure la cuarentena. Durante ese tiempo, dice la nota, recibirán su salario íntegro.
También se ha reactivado el control sanitario en los puntos de entrada a la provincia.