La aerolíneas estadounidenses pueden no estar ya viajando al interior de Cuba. Pero a pesar de ello el movimiento de pasajeros en el aeropuerto de Miami no parece haber mermado. Los vuelos chárter han ocupado ahora ese nicho de mercado y han llenado esa necesidad con el aumento del número de vuelos.
“Estamos respondiendo a la necesidad del público que en estas fiestas, como en las otras anteriores, viaja en masa a Cuba. De aquí a fin de año tenemos todos los vuelos llenos”, explicó a OnCuba Mireya León, despachadora de vuelos de una de las chárteadoras. Y por vuelos llenos a tope, la fuente explica que, incluso, han vendido por adelantado los asientos que suelen quedar vacíos para pasajeros con urgencias de última hora.
Desde que a mediados de 2016 se abrieron los vuelos comerciales a Cuba, las compañías de chárteres sufrieron un bajón, difícil de cuantificar porque no entregan cifras detalladas, y perdieron clientes porque las aerolíneas estadounidenses bajaron los precios en muchos casos en más del 50%.
Aunque los fines de año los precios de los pasajes suelen incrementarse por ser temporada alta, la ausencia de vuelos comerciales al interior de la Isla hizo aun así más llevadero el viaje para muchos cubanos que viven en el sur de Florida.
“Me puse a hacer las cuentas y me di cuenta que si viajaba a La Habana y de ahí a Villa Clara me iba a salir más caro que pagar ahora un poco más y viajar directo a mi casa en Santa Clara”, explica Valentín González, un pasajero que viaja con su esposa y una hija.
Según pasajeros que llegaron recientemente de la Isla, los taxistas en La Habana han casi duplicado los precios de los viajes al interior del país. A Santa Clara estarían cobrando unos 300 dólares y han descubierto un subproducto de ese servicio, que es común en muchos países, pero no en Cuba: algunos cobran el transporte del equipaje aparte.
“Me han dicho que lo están haciendo, pero no lo sé con seguridad. Por eso llevo un poco de dinero extra”, enfatiza González.
De todos modos, en este renglón las agencias de viajes, que tradicionalmente reservan hoteles y autos de alquiler, ahora tambien aseguran el servicio de taxi al interior que es pagado en Cuba, no en Miami. “Todavía es poco el tráfico de los taxi a través de nosotros, pero va en aumento”, explica León.
El engorro de los viajes de La Habana al interior de Cuba es un escollo creado por la limitación que la administración de Donald Trump ha impuesto a las aerolíneas estadounidenses para que viajen solamente a la capital, cuando hasta hace dos días lo hacían a unos seis aeropuertos de toda la Isla.
A fines de octubre, Washington anunció la prohibición que entró en vigencia el martes apenas para las aerolíneas comerciales. Los chárteres no fueron tocados y tienen ahora el virtual monopolio de los vuelos al interior del país.
Entra en vigor la prohibición de vuelos entre EEUU y el interior de Cuba
El miércoles el embarque de pasajeros, tanto en los vuelos chárter como los comerciales, se dio con casi normalidad. Los segundos también estaban llenos y una empleada de American Airlines confirmó que despegan a tope, pero hacia La Habana.
“En Cuba nuestra operación está a full. Tuvimos que contratar más personal para procesar los vuelos de regreso porque ahora las filas van a ser enormes”, explica sin identificarse porque no tiene permiso de la aerolínea para hablar.
Aunque no se registró ningún retraso extraordinario en los vuelos a Cuba, las aerolíneas comerciales tuvieron que abrir más estanquillos de despacho por el aumento de pasajeros, porque los vuelos también se incrementaron. American vuela ahora 9 veces diarias a La Habana. Hay por lo menos dos vuelos que salen casi simultáneamente.
Los vuelos chárter resolvieron el aumento de pasajeros con el alquiler de más aviones, pero crearon un problema adicional al pedir a los pasajeros que se presenten cinco horas antes del vuelo. O sea, el pasajero pasa aún más tiempo en tierra que en el aire. Antes los convocaban cuatro horas antes y a esto hay que adicionar que muchas veces la carga no acompaña al pasajero, sino que viaja en un vuelo separado dedicado a eso.
En medio de la conversación surge un dato interesante. Esta nueva situación ha servido para determinar con alguna rigurosidad que la mitad del trasiego de pasajeros a la Isla vuela al interior del país, según confirmó una despachadora. Y, por estar en fiesta de Navidad, la carga tambien se incrementa.
“La gente está llevando muchos regalos e útiles para el hogar. Son televisores, refrigerados, microondas, piezas de carro, pero en grandes cantidades”, explica.
Esto representa una mina de oro para las aerolíneas, pero especialmente para los chárteres. “Los precios son los mismos de siempre, pero la gente está transportando más. Parece que las ‘mulas’ no han desistido pese a las nuevas restricciones tanto acá como allá”, afirma León. Tanto Estados Unidos ha limitado la cantidad de las remesas como Cuba ha puesto nuevos candados en la aduana nacional.
Sin embargo, a pesar del límite de las remesas a 1,000 dólares por trimestre, en el aeropuerto de Miami nadie tiene que declarar que cantidad de dinero está llevando a Cuba. León explica a OnCuba que las autoridades aduanales norteamericanas no están controlando este aspecto. Y como no hay restricciones en la carga, al menos la barrera que pretendía castigar a la familia cubana permanece levantada.
Un pasajero asegura que posiblemente no se habían percatado del detalle pero, a lo mejor, “también se ponen para eso próximamente”.
Por lo demás, el ambiente es el mismo de siempre. En los vuelos que salen al amanecer siempre se aparece alguien con una colada de café y unos pastelitos de guayaba o croquetas lo que termina por dar la sensación de que sin aún haber despegado ya se ha llegado a la Isla.
Espero menos cosas como esa!