El secretario de Estado, Anthony Blinken, volvió a insistir en que, pese a las ausencias de los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua de la Cumbre de las Américas 2022, esos países están representados en Los Ángeles por otros estamentos de la sociedad.
En una entrevista con la cadena Univisión que se va a transmitir este domingo, y a cuya transcripción tuvo acceso OnCuba, el alto funcionario de la administración Biden abogó por el derecho de los anfitriones a decidir a quiénes invitan o no, algo que ha sido criticado por un grupo gobiernos de la región.
“Esos países están aquí. Por ejemplo, Cuba, Venezuela y Nicaragua: me reuní con representantes de la sociedad civil de los tres países, también activistas y defensores de los derechos humanos. Yo diría que son tan representativos, y probablemente más, de sus respectivos pueblos que los gobiernos o regímenes vigentes. Así que están completamente aquí, son una presencia vibrante en la Cumbre, y eso es importante”, señaló Blinken.
El secretario de Estado negó que con los recientes procesos electorales y el incremento de los gobiernos de izquierda en Latinoamérica se esté creando un bloque antidemocrático en el continente.
Sobre el caso de México, cuyo mandatario abogó desde un principio por la inclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua en el foro, y decidió no asistir a Los Ángeles ante la negativa del gobierno de Biden de invitar a representantes gubernamentales de esas naciones, Blinken reconocido haber tenido “extensas conversaciones” con el canciller Marcelo Ebrard, quien asiste por su país a la cumbre y a quien llamó “mi amigo y homólogo”.
“El presidente (Biden) tiene muchas ganas de recibir al presidente López Obrador en la Casa Blanca en julio. Tenemos una colaboración muy profunda y permanente en prácticamente todos los temas que preocupan a ambos países. (Pero) tenemos una diferencia de opinión sobre esta cuestión particular de la asistencia a la Cumbre. Por lo general, los anfitriones toman esas decisiones. Decidimos que era importante centrarse en los principios democráticos subyacentes que unen a nuestro hemisferio”, apuntó.
Además, aseveró que “hay un hemisferio increíblemente vibrante. Tenemos democracias de izquierda, de derecha, de centro, pero aquí está el denominador común: todos estos gobiernos están motivados por la necesidad de demostrar que pueden cumplir con eficacia hacia su gente”.
Blinken subrayó la diferencia entre la visión de la administración actual hacia Cuba frente al deshielo promovido por el expresidente Barack Obama, y las relaciones con Venezuela y Nicaragua.
“Nuestro enfoque en cada uno de estos países es dar los pasos que creemos son más efectivos para promover y ciertamente defender los derechos humanos de las personas y sus aspiraciones democráticas”, dijo.
Sobre el caso particular de Cuba precisó que “tuvimos las protestas de julio del año pasado, y vimos la reacción increíblemente represiva del gobierno: encarcelamiento de menores, sentencias de 30 a 35 años, más recientemente artistas que son una especie de ícono para quienes protestaron el pasado mes de julio, siendo amenazados ahora con penas de 16 años por la simple expresión artística de sus opiniones”.
Y concluyó: “Creemos que es muy importante defender a quienes están siendo reprimidos, perseguidos. Al mismo tiempo, hemos dado algunos pasos limitados, en términos de reunificación familiar, en términos de viajes, remesas, en términos de inversión en empresarios, que creemos que también pueden ayudar al pueblo cubano a hacer avanzar sus propias aspiraciones”.
Las autoridades cubanas han calificado la Cumbre de las Américas como “antidemocrática” y “discriminatoria” y han criticado su exclusión del foro por la administración Biden, y también la no asistencia de representantes de la sociedad civil afines a La Habana por no haber recibido el visado para asistir, en contraste con lo sucedido con activistas y opositores al gobierno de la Isla, presentes en Los Ángeles.