Carta abierta a Joe Biden pide que Estados Unidos normalice sus relaciones con Cuba

37 intelectuales, emprendedores y analistas, en mayoría cubanos, suscriben la carta, publicada a 20 días de iniciada la administración Biden.

Foto: LJC

Que el presidente Biden desmantele el sistema de sanciones que continúa afectando al pueblo cubano para de ese modo normalizar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba es la petición central que unos 37 intelectuales, emprendedores y analistas, en mayoría cubanos, suscribieron al presidente norteamericano Joe Biden a 20 días de iniciada de su administración.

“Levantar las sanciones incondicionalmente sería el paso principal y un acto de coraje moral. Eso es lo que esperan los cubanos. Creemos que es la voluntad de la mayoría de sus ciudadanos y la comunidad internacional elogiará la sapiencia y audacia de su presidencia”, asegura la misiva publicada este martes por el sitio La Joven Cuba.

La más reciente petición al mandatario estadounidense subraya que “los últimos cuatro años han sido inusualmente crueles por la campaña de hostilidad de la administración Trump para ganar puntos políticos en la Florida”, circunstancia a la que se sumó la pandemia del nuevo coronavirus, creándole una situación de asfixia al pueblo cubano ante la cual poco pudo hacer la comunidad residente en Estados Unidos debido a la imposibilitados de enviar remesas y medicamentos.

En la carta se reconoce que Estados Unidos no es el único responsable de los problemas que enfrenta el país, sin embargo, apunta que “las sanciones económicas, financieras y comerciales que nos han impuesto durante 59 años han hecho muy difícil superarlos en sus dimensiones económica y política”.

Entre los firmantes destacan los nombres de dos premios nacionales cubanos, el escritor Antón Arrufat y el cineasta Fernando Pérez, aunque del sector artístico también sobresalen figuras como el actor Jorge Perugorría, el poeta Alex Fleites Rodríguez o el cineasta Eduardo del Llano, mientras que del campo académico la carta cuenta con el respaldo de intelectuales como Rafael Hernández, Ailynn Torres Santana, Samuel Farber, Carlos Alzugaray y Julio César Guanche.

La misiva también argumenta que “Estados Unidos no tiene que ser nuestro aliado ideológico, pero puede dejar de ser un vecino hostil. En esta época de acceso a la información y las comunicaciones, las cubanas y los cubanos estamos en mejores condiciones que nunca para trabajar por nuestros derechos de manera autónoma. Lo que requerimos del gobierno de Estados Unidos y sus líderes es que no interfieran en nuestros asuntos internos.”

Además subraya que los cubanos y los estadounidenses “compartimos un pasado común”, ambos “sufrimos el yugo de imperios extranjeros” y por ello ambos “entienden y aprecian el valor de la soberanía”. “Pero con relación a Cuba, la historia de Estados Unidos es problemática. La mayoría de los cubanos respeta y admira a su pueblo y sus logros, pero también sentimos que el gobierno de su país ha perdido, una y otra vez, la oportunidad de hacer lo correcto y corregir una historia de errores”.

También firmaron Arturo López Levy, Collin Laverty, Harold Cárdenas Lema, Fernando Ravsberg, Isabel Alfonso, Julio Antonio Fernández Estrada, Carolina de la Torre, Carlos Lazo, Yunior García Aguilera y Alan Gross, contratista estadounidense que estuvo preso en Cuba condenado por “actos contra la integridad e independencia del Estado cubano”, quien fue parte del intercambio de prisioneros que en diciembre del año 2014 dio inicio al conocido “deshielo“.

Esta carta fue precedida por otras dos que también han sido enviadas al presidente Joe Biden con el propósito de exigir la normalización de la relación entre Estados Unidos y Cuba y la eliminación del bloqueo/embargo. La primera enviada por el maestro residente en Seattle Carlos Lazo, uno de los mayores activistas por la normalización y la segunda por un grupo de cubanoamericanos de larga trayectoria en este empeño. 

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Carta Abierta al presidente Joseph R. Biden, Jr.

Hace cinco años, el pueblo cubano escuchó al presidente de Estados Unidos hablar en La Habana sobre esperanza y la construcción de un futuro mejor.  Su discurso sugería lo que los cubanos ya comenzábamos a hacer: abrirnos al mundo, estimular valores cívicos y crear nuevos negocios. Nada de esto duró mucho. Pronto la administración Trump impuso una serie de sanciones que agravan al más persistente y abarcador bloqueo/embargo que se haya impuesto a una nación. Es poco lo que podemos hacer los cubanos en la isla para aliviar el efecto de sanciones externas durante la pandemia, pero una acción rápida de su parte puede marcar la diferencia en esta crisis humanitaria.

Presidente Biden, comience a desmantelar el sistema de sanciones que continúa afectando al pueblo cubano.

Hoy nuestra gente está sufriendo extraordinariamente con las penurias económicas. No decimos esto a la ligera, los cubanos y las cubanas somos conocidos por nuestra resiliencia y la mayoría de nosotros ha vivido toda su vida en crisis. Sin embargo, los últimos cuatro años han sido inusualmente crueles por la campaña de hostilidad de la administración Trump para ganar puntos políticos en la Florida. Un grupo de extremistas ha infligido enorme daño a Cuba desde sus posiciones de privilegio. Es por ello que, en el escenario de una pandemia global, los cubanoamericanos y cubanos residentes en Estados Unidos, están imposibilitados de enviar remesas y medicamentos a la Isla. Convertir a toda una nación en rehén para lograr un cambio de régimen no es un acto moral. Tampoco ha sido muy efectivo.

Cuba no es perfecta; Estados Unidos tampoco lo es. Nuestra historia ha sido de lucha constante por lograr plena soberanía, democracia y libertad. A pesar de todos los patriotas que se sacrificaron por una Cuba totalmente democrática, aún estamos lejos de ese objetivo. Sin embargo, lograrlo es responsabilidad de los cubanos, no de presiones externas.

Estados Unidos no tiene que ser nuestro aliado ideológico, pero puede dejar de ser un vecino hostil. En esta época de acceso a la información y las comunicaciones, las cubanas y los cubanos estamos en mejores condiciones que nunca para trabajar por nuestros derechos de manera autónoma. Lo que requerimos del gobierno de Estados Unidos y sus líderes es que no interfieran en nuestros asuntos internos. Recordamos la promesa hecha por el presidente Barack Obama el 21 de marzo de 2016 en el Teatro Alicia Alonso de La Habana:

He dejado claro que Estados Unidos no tiene ni la capacidad ni la intención de imponer cambios en Cuba. Lo que cambie dependerá del pueblo cubano. No vamos a imponerles nuestro sistema político ni económico. Reconocemos que cada país, cada pueblo, debe trazar su propio camino, y darle forma a su propio modelo”.

Como señaló el presidente, también compartimos un pasado común. Como ustedes hasta 1776, ambos sufrimos el yugo de imperios extranjeros. Por ello sabemos que los estadounidenses, al igual que nosotros, entienden y aprecian el valor de la soberanía. Pero con relación a Cuba, la historia de Estados Unidos es problemática. La mayoría de los cubanos respeta y admira a su pueblo y sus logros, pero también sentimos que el gobierno de su país ha perdido, una y otra vez, la oportunidad de hacer lo correcto y corregir una historia de errores.

Sabemos que Estados Unidos no es el único responsable de los problemas que enfrenta el país. Sin embargo, las sanciones económicas, financieras y comerciales que nos han impuesto durante 59 años han hecho muy difícil superarlos en sus dimensiones económica y política. El acuerdo alcanzado por nuestros gobiernos y anunciado el 17 de diciembre de 2014, pareció señalar el inicio de un nuevo período que estimuló nuestras esperanzas y esfuerzos.

Solicitamos que su administración regrese a esa relación con Cuba. Tenemos la esperanza de que reconozca que está en el interés nacional de Estados Unidos dialogar, desde un marco de reconocimiento de la soberanía mutua, con todos los sectores de nuestra sociedad, incluyendo al gobierno, los emprendedores del sector privado y la sociedad civil. Ese paso descongelaría una relación que sólo funcionará para nosotros si nos conduce a la normalización de relaciones.

Levantar las sanciones incondicionalmente sería el paso principal y un acto de coraje moral. Eso es lo que esperan los cubanos. Creemos que es la voluntad de la mayoría de sus ciudadanos y la comunidad internacional elogiará la sapiencia y audacia de su presidencia.

Dada la asimetría de poder entre Estados Unidos y Cuba y la unidireccionalidad de las sanciones, es responsabilidad estadounidense dar el primer paso. Hacemos un llamado a la fortaleza y los valores de su administración. Sabemos que hay quienes fomentan el odio y tratan de mantenernos distanciados. Pero podemos aprender de errores anteriores y hacerlo mejor esta vez. No permita que las acciones emprendidas por el presidente Obama sean la excepción y la hostilidad entre nuestros países sea la norma.

Le pedimos al gobierno de Estados Unidos que comience a normalizar relaciones con Cuba. Esto ayudará a todos los sectores de la sociedad cubana y abrirá oportunidades de inversión para Estados Unidos en Cuba. Le pedimos a usted personalmente que tome acción ejecutiva y alivie las sanciones para darle al pueblo cubano una verdadera oportunidad en su búsqueda de la felicidad.

(En la mañana del martes 9 de febrero hicimos llegar esta carta en inglés y español a la representación diplomática del gobierno de Estados Unidos en La Habana y directamente a La Casa Blanca. Quien desee sumar su firma, puede hacerla llegar a La Joven Cuba en los comentarios de su web, sus canales en las redes sociales o el correo jovencuba@gmail.com)

Ailynn Torres Santana – Académica y militante feminista

Alan Gross – Contratista estadounidense, Retirado

Alex Fleites Rodríguez – Poeta y narrador cubano-venezolano

Alexei Padilla Herrera – Investigador cubano, Universidad de Minas Gerais

Alina Bárbara López Hernández – Historiadora y ensayista, Coordinadora en La Joven Cuba

Alina Herrera Fuentes – Abogada, activista feminista y antirracista

Antón Arrufat – Dramaturgo, novelista y poeta cubano

Arturo López Levy – Profesor de Relaciones Internacionales y Política, Holy Names University

Camilo Condis – Emprendedor, podcaster y activista cubano

Carlos Alzugaray Treto – Profesor y diplomático cubano

Carlos Lazo – Profesor cubanoamericano y organizador de Puentes de Amor

Carolina de la Torre – Investigadora y psicóloga cubana

Collin Laverty – Presidente de Cuba Educational Travel

Eduardo del Llano – Escritor, cineasta y guionista cubano

Fernando Pérez – Director de cine y guionista cubano

Fernando Ravsberg – Periodista y profesor uruguayo residente en Cuba

Giordan Rodríguez Milanés – Realizador de radio y televisión en Cuba

Harold Bertot – Profesor, jurista e investigador cubano

Harold Cárdenas Lema – Analista Político, Director en La Joven Cuba

Isabel Alfonso – Profesora e investigadora, Cuban Americans for Engagement (CAFE)

Ivette García – Investigadora e historiadora cubana

Julio Antonio Fernández Estrada – Profesor y jurista cubano

Jorge Perugorría – Actor, artista plástico y director de cine cubano

Julio César Guanche – Profesor, jurista e investigador cubano

Luis Carlos Battista – Doctorante, Universidad de Salamanca

Mario Juan Valdés Navia – Investigador, historiador y ensayista cubano

Niurys Higueras – Emprendedora cubana, Atelier

Omar Everleny Pérez Villanueva – Economista y profesor cubano

Rafael Hernández – Investigador, analista político y fundador de Revista Temas

Rafael Santurio -Presidente, District Cuba

René Fidel González García – Profesor, jurista e investigador cubano

Rodolfo Alpízar Castillo – Lingüista, traductor y narrador

Samuel Farber – Profesor Emérito de Ciencias Políticas, Brooklyn College of CUNY

Teresa Díaz Canals – Ensayista y profesora cubana

Yasmín Portales Machado – Investigadora literaria y activista LGBTIQ cubana

Yunior García Aguilera – Dramaturgo, fundador de Trébol Teatro en Cuba

 

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