Con el programa de parole humanitario en pausa por irregularidades y casos de fraude detectados por las autoridades de Estados Unidos, la cifra de cubanos aprobados llegó a los 110 mil.
Según informó recientemente la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), hasta el cierre de julio esa era la cifra de cubanos examinados y autorizados a viajar a territorio estadounidense, algo que ya habían hecho en ese momento unos 109 mil.
El número representa un crecimiento de más de 3 mil con respecto a junio, cuando ya contaban con la aprobación 106 757.
Luego de todo el año pasado y siete meses del 2024, los cubanos siguen siendo los terceros en cifras de aprobados entre las cuatro naciones que conforman el programa.
Por delante se ubican los haitianos, con 211 mil aprobados y 205 mil ya en los Estados Unidos, y los venezolanos, con 118 mil aprobados y 115 mil de ellos en suelo estadounidense.
Los nicaragüenses —95 mil autorizados y 90 mil que ya viajaron a territorio norteamericano— se mantienen por detrás de los beneficiados de Cuba.
Suspensión e incertidumbre
Estas cifras se dan a conocer en momentos en que existen dudas e incertidumbres sobre el futuro del parole humanitario. Ello, debido a la suspensión temporal del programa por parte de las autoridades el pasado julio, y el temor de su paralización total en caso de una victoria de Trump en las elecciones.
En su informe el CBP confirma que fue suspendida “temporalmente” la emisión de autorizaciones de viaje anticipadas para nuevos beneficiarios del parole “mientras lleva a cabo una revisión de las solicitudes de apoyo”, y afirmó que se trabaja “para reiniciar el procesamiento de solicitudes lo más rápido posible, con las salvaguardas adecuadas”.
Además, explicó que todos los beneficiarios “son sometidos a un proceso de selección y verificación exhaustivo antes de su llegada a los Estados Unidos”, y aseguró que “no ha identificado problemas preocupantes” relacionados con este proceso, a diferencia del realizado a los patrocinadores, en el que se concentran las dificultades que motivaron la suspensión.
El informe no precisa cuántas personas esperan por respuesta para sus casos, aunque la información más reciente sobre ese particular, que data ya de octubre pasado, reveló que hasta entonces 1,6 millones de personas estaban pendientes de revisión.
Esa cifra debe ser significativamente superior en la actualidad.
En la práctica, hasta su suspensión el programa se había visto desbordado por el masivo número de solicitudes, lo que ha generado críticas por su lentitud y sus procedimientos.