Ahora que el subcomité de Asignaciones de la Cámara Baja, dominado por los republicanos, acaba de aprobar el proyecto de presupuesto para el año entrante, su presidente, el congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart, ha hecho un llamado al presidente Joe Biden para que tenga una rol más agresivo en la “lucha contra el comunismo”.
En su opinión, según el sitio Florida Politics, el colimador está en Cuba, cuya situación político-económica debe ser “motivo de preocupación” para todos los principales políticos de Florida. En una encuesta de Pew Research hecha la década pasada, una cifra importante de cubanoamericanos en el país ya vivían en Florida, muchos de los cuales estarían afectados directamente por situación en la isla.
Constructive meeting with U.S. Rep. Mario Diaz-Balart @MarioDB, Chairman of House Approps State & Foreign Ops Subcommittee. We discussed Cuba, Haiti, Guatemala, and ways to work together to engage international actors around the globe to protect democracy & human rights. pic.twitter.com/icU0btSFs6
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) July 26, 2023
El problema ahora está en Washington, donde una mayoría demócrata no están dando la atención que debia a la situación de derechos humanos allí.
“Para algunas personas, es la escuela de pensamiento de: ‘¿Y qué? ¿Qué importa tener una dictadura terrorista a 90 millas de Estados Unidos?’”, dijo Díaz-Balart, para quien muchos colegas en el Congreso se contentan con “pretender que (Cuba) es Costa Rica con autos viejos”.
La idea de Díaz-Balart es empujar a Washington hacia una política más agresiva, apoyar a los aliados democráticos y enfrentarse a los opositores de esa política en Cuba y toda América Latina.
Como presidente del Subcomité de Asignaciones de Programas Relacionados, Operaciones Extranjeras y Estado de la Cámara de Representantes, el cubanoamericano presentó un proyecto de ley de presupuesto que redujo el financiamiento general, pero aumentó el gasto para abordar los problemas en Cuba.
El proyecto de ley pasó por el comité en una votación de línea partidista, y los demócratas de la Cámara emitieron una larga declaración condenándolo. En parte, los demócratas critican el presupuesto por prohibir el gasto mundial en salud en “cualquier laboratorio controlado por China, Rusia, Cuba, Irán, Corea del Norte, Rusia y Venezuela”.
“El mundo está lleno de amenazas que no respetan fronteras, desde el cambio climático hasta pandemias y dictadores asertivos. No podemos esconder la cabeza en la arena y pensar que todo desaparecerá”, dijo la representante Barbara Lee, demócrata de California y miembro de mayor rango del subcomité. “Necesitamos trabajar con socios para abordar estos desafíos. Este proyecto de ley republicano deja a Estados Unidos vulnerable y elude nuestros compromisos”.
Pero, para Díaz-Balart, la lista de países se parece más a un grupo de naciones hostiles a los intereses de Estados Unidos, un tema que pocas veces se ve como tema de debate. Le angustia que los principales líderes demócratas sigan mirando para el lado contrario de las potencias comunistas que operan en Occidente.
Eso incluye la administración del presidente Joe Biden. Díaz-Balart dijo que el Departamento de Estado había mimado a Cuba, retomando en gran medida los fallidos esfuerzos de normalización del expresidente Barack Obama a partir del 2014.
“Esta administración ha estado buscando constantemente formas de apaciguar francamente a esa dictadura y buscar formas de brindar un alivio sancionado unilateralmente”, dijo.
Sabe que los extremistas de cualquiera de los dos partidos, ya sean aislacionistas de derecha o socialistas, objetarán sus puntos de vista más agresivos. Pero, si bien el liderazgo republicano en la Cámara ha rechazado esas voces marginales en temas como la defensa de Ucrania en su conflicto con Rusia, no hay la misma moderación de esas voces en la izquierda, en opinión de Díaz-Balart.
Sugiere que la mentalidad se extienda a las relaciones con socios extranjeros. Quiere que Washington implique a los aliados europeos para que renueven el apoyo en Ucrania con algún retroceso hacia las incursiones chinas y rusas en el Caribe y América del Sur.
“Creo, por cierto, que derrotar a Putin es importante. Quiero decir, realmente lo pienso”, dijo Díaz-Balart. “Pero no puedes decir por un lado: ‘Queremos ayuda para derrotar a Putin’ y, por otro lado, básicamente estás ayudando a subsidiar a los aliados más fuertes de Putin en el hemisferio occidental”.
En el presupuesto aprobado por el subcomité de Díaz-Balart, se proporciona 1 mil millones adicionales de los que solicitó la administración para tratar con China; incluidos 500 millones para el financiamiento de armas en Taiwán. Pero, recorta los fondos para grupos como la Organización Mundial de la Salud (OMS), un grupo que, según el congresista, hizo más interferencia y control de daños para China durante la pandemia del COVID-19 que cualquier organización razonable de las fuerzas internacionales.
“Si eres un aliado, te estoy financiando por completo. Financiamos por completo a Jordania, financiamos por completo a Egipto”, dijo. “Pero no estamos financiando entidades y organizaciones que están ayudando a nuestros adversarios”.
Cubanos exigen respuesta a congresista Díaz-Balart sobre reunificación familiar
Si el presupuesto de Díaz-Balart va a alguna parte sigue siendo una pregunta abierta. Los demócratas controlan el Senado, donde el senador estadounidense Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores, calificó el plan de la Cámara de “catastrófico”.
Habrá peleas de particular importancia local. Por ejemplo, Díaz-Balart tiene muchas ganas de mejorar la financiación de las transmisiones de radio hacia Cuba y cree que se puede hacer más para garantizar que quienes viven en la isla puedan acceder a Internet, independientemente de los intentos del gobierno cubano de limitar el servicio.