Según un informe desclasificado en las últimas horas, la mala gestión y la falta de coordinación dominaron la respuesta del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a los supuestos “ataques sónicos” que dañaron la salud de 26 empleados de la embajada estadounidense en La Habana.
El documento, hecho público a petición de la ONG Archivo Nacional de Seguridad, revela que la respuesta de Estados Unidos a esos incidentes estuvo “dominada por una falta de liderazgo, comunicación ineficaz y desorganización sistemática” y cuestiona la gestión del entonces secretario de Estado, Rex Tillerson.
“Nunca se designó a un funcionario para que tuviera la responsabilidad general”, subraya el informe, elaborado por un órgano del Departamento de Estado cuya misión consiste revisar de manera independiente cualquier incidente de seguridad en las embajadas de Estados Unidos en el mundo.
El documento recoge las conclusiones de cuatro meses de investigación de ese órgano del Departamento de Estado, y cada página está encabezada por la palabra “secreto”.
Trump carecía de pruebas para acusar al gobierno cubano
Por otro lado, el informe muestra que Trump ordenó sacar de la Isla al 60% del personal de la embajada sin tener pruebas sobre la supuesta responsabilidad del gobierno cubano en los misteriosos ataques, que ocurrieron entre noviembre de 2016 y agosto de 2017.
En 2017, el propio Trump acusó a Cuba de ser de ser responsable de lo que las autoridades estadounidenses calificaron de “ataques acústicos” o “sónicos”.
Sin embargo, el informe desclasificado revela que el Departamento de Estado desconocía realmente la causa de que su personal sufriera síntomas similares a los de lesiones cerebrales, mareos, dolores de cabeza y falta de capacidad de concentración.
“El mecanismo de la causa de las lesiones es actualmente desconocido. No sabemos el motivo que está detrás de estos incidentes, cuándo comenzaron o quién los perpetró”, reza el documento.
La ONG Archivo Nacional de Seguridad, cuya misión es desclasificar documentos históricos, obtuvo el citado informe mediante una demanda bajo el amparo de la Ley de Libertad de Información (FOIA, en inglés) por la que los ciudadanos y organizaciones pueden solicitar por la vía judicial la divulgación de documentos gubernamentales de interés público.
Estos supuestos incidentes de salud fueron uno de los principales puntos de fricción entre Cuba y el gobierno de Trump, quien durante su mandato de cuatro años dio marcha atrás al deshielo promovido por su antecesor, Barack Obama.
De acuerdo con Peter Kornbluh, el director del Proyecto de Documentación sobre Cuba del Archivo de Seguridad Nacional, la institución que logró la desclasificación del informe, la revelación “no resuelve el misterio de lo que ocurrió en Cuba”. A su juicio, las pistas para resolverlo probablemente se encuentran en los registros aún secretos del Departamento de Estado, la CIA, el FBI y el Pentágono, y conocerlos es de especial relevancia ahora, cuando la administración Biden considera retomar la política de acercamiento de Obama y restablecer el trabajo de la embajada en La Habana. “Nadie cree que la decisión de Trump de incluir a Cuba en la lista de países terroristas, justamente antes de abandonar la Casa Blanca, fuera gratuita”.
Aparte de los diplomáticos estadounidenses, otros 14 empleados de la embajada de Canadá en La Habana sufrieron desde principios de 2017 algunos daños a su salud, lo que llevó a una reducción del personal.
La salida del personal de la embajada afectó a miles de cubanos que se quedaron sin la posibilidad de conseguir un visado para viajar a ese país. Desde 2018 se han visto obligados a viajar a Ciudad de México o Guyana para hacer esos trámites.
El nuevo presidente, Joe Biden, ha anunciado que está revisando las acciones que tomó Trump con respecto a Cuba.
Efe/OnCuba.
Lesiones cerebrales, mareos, dolores de cabeza y falta de capacidad de concentración, yo digo que fue una resaca de darse unos tragos de mas de “Chispa e’ Tren”. Bebiendo Wisky Cubano??, Andan de briagobertos y pachangueros, ponganse a trabajar como Diaz Canel y sus ministros que ya para finales de febrero tendran sobrecumplido el plan de reuniones del 2021.