La nueva secretaria adjunta de Estado de EE.UU. para Latinoamérica y el Caribe, Kimberly Breier, afirmó este martes que el gobierno de Cuba debería deshacerse del Decreto 349, que exige a los artistas un permiso oficial para desarrollar su actividad en espacios públicos o privados.
Breier, que juró el cargo el pasado 7 de noviembre, aseguró en su cuenta de Twitter que “artistas, bailarines y músicos de Cuba son celebrados alrededor del mundo, pero no por el régimen cubano”.
“Bajo el Decreto 349, los artistas sufren la indignación de tener que obtener autorización para expresarse. El Gobierno de Cuba debe deshacerse de esta vergonzosa ley. #NoAlDecreto349”, escribió Breier en un mensaje difundido en dos tuits, uno en español y otro en inglés.
Artistas, bailarines y músicos d #Cuba son celebrados alrededor del mundo, pero no por el régimen cubano. Bajo el #Decreto349, los artistas sufren la indignación d tener que obtener autorización para expresarse. El gob d Cuba debe deshacerse d esta vergonzosa ley. #NoAlDecreto349
— Brian A. Nichols (@WHAAsstSecty) November 20, 2018
Desde su salida, en agosto pasado, junto a un grupo de normativas sobre el trabajo privado publicadas en la Gaceta Oficial Extraordinaria número 35, el decreto ha generado controversias en la comunidad artística cubana, tanto la que reside dentro de la Isla como fuera de ella. También de organizaciones como Amnistía Internacional (AI), que ha dicho que “le preocupa” que el decreto contenga restricciones imprecisas y excesivamente amplias, y teme que tenga un efecto inhibidor sobre los artistas de Cuba.
La norma, que entrará en vigor en diciembre, estipula, entre otras cosas, que los servicios artísticos y culturales deber ser aprobados y contratados por una institución cultural estatal, tanto en lugares o instalaciones públicos estatales como privados.
Además, establece que los artistas –individuales o colectivos– que ejercen estos servicios, deber haber sido autorizados “para ejercer labores artísticas” por entidades oficiales, y que en sus presentaciones no pueden difundir contenido violento, pornográfico ni con lenguaje sexista, discriminatorio y obsceno.
Quienes incumplan con estas normativas pueden recibir multas, cancelación de su proyecto e, incluso, el decomiso de “instrumentos, equipos, accesorios y otros bienes”.
EFE / OnCuba