Estados Unidos y Cuba continuaron la ronda de reuniones técnicas de las últimas semanas con una sobre su colaboración en la prevención y el combate del lavado de activos.
El encuentro, celebrado en Washington, es el segundo entre las autoridades de ambos países sobre esta materia y “transcurrió en un clima de respeto y profesionalidad”, según un comunicado enviado por la Embajada de Cuba en Washington.
En ese diálogo, se abordaron “las tendencias de este flagelo a nivel regional, las principales experiencias en el enfrentamiento al lavado de activos y los próximos pasos que se adoptarían para avanzar en la colaboración bilateral sobre esta materia”, explica la nota.
Estados Unidos, como ha sido la costumbre en toda esta serie de reuniones técnicas, no se pronunció todavía al respecto del encuentro.
Los representantes de Cuba “enfatizaron la necesidad de incrementar la cooperación entre las autoridades de ambos países para garantizar el enfrentamiento efectivo a esta modalidad delictiva”, señala el comunicado de La Habana.
“Ambas partes coincidieron en que se requiere actuar con determinación contra este tipo de hechos y sus comisores y hubo consenso en que no puede permitirse la impunidad”, agrega.
El Gobierno cubano destaca además su colaboración “activa” con el Grupo de Acción Financiera para Latinoamérica (GAFILAT), que en sus informes “reconoce que el riesgo general para el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo en Cuba es reducido”.
La delegación cubana la integraron representantes del Ministerio del Interior, el Banco Central de Cuba, la Fiscalía General y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Por la parte estadounidense participaron funcionarios de los Departamentos de Seguridad Nacional, Justicia, Estado, Salud y Servicios Humanos y Tesoro.
Ambas partes “acordaron continuar los encuentros técnicos sobre el tema en el futuro y coordinar acciones que contribuyan al enfrentamiento efectivo del lavado de dinero”, según la nota cubana.
En las últimas semanas, el Gobierno cubano ha informado de varias reuniones técnicas en Washington con funcionarios estadounidenses sobre ciberseguridad, narcotráfico, terrorismo e inmigración irregular, encuentros sobre los que el Departamento de Estado no se ha pronunciado y a los que se ha dado un muy bajo perfil desde la capital estadounidense.
Las relaciones de Estados Unidos y Cuba pasan por un momento muy delicado porque el Gobierno estadounidense acusa al cubano de saber quién perpetró entre noviembre 2016 y agosto de 2017 los supuestos ataques a 24 de sus funcionarios en la Isla y no decírselo, además de no haberlos protegido adecuadamente.
Aunque Cuba lo niega, Estados Unidos dejó su embajada en La Habana en mínimos el pasado septiembre por esta crisis, y expulsó de Washington a 17 funcionarios de la legación cubana.
Esto se suma a las medidas para limitar el comercio y los viajes de estadounidenses a la isla, iniciativas todas que han alejado a los dos países tras la esperanza que supuso el deshielo iniciado por el expresidente Barack Obama.
EFE / OnCuba
D jen a Cuba tranquila , usa tiene que poner sus ojos en Mexico , allí no respetan los derechos humanos , y acribilla nińos y jóvenes cada vez que les den la gana .