Fuerzas cubanas colaboraron con Estados Unidos en la extinción de un incendio que obligó a evacuar parcialmente la base naval estadounidense en Guantánamo, cuyo territorio reclaman las autoridades de la Isla.
El incendio fue sofocado hace varios días con ayuda de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), que proporcionaron personal, vehículos y “un helicóptero que arrojó agua desde el aire” para controlar las llamas, revela este miércoles el diario Granma.
La acción conjunta se llevó a cabo a pesar de las “complicaciones logísticas y prácticas” que supone la “ocupación ilegal” de ese territorio por parte de los Estados Unidos, asegura la publicación.
La permanencia del ejército estadounidense en el enclave cubano es, junto al embargo económico, uno de los principales escollos en la normalización de las relaciones entre ambos países.
Cuba mantiene tropas de vigilancia fronteriza en las cercanías de la base, separada del resto de la Isla por una franja de terreno minado. Algunas de las minas situadas estallaron debido al incendio, según medios estadounidenses.
A pesar de las tensiones bilaterales, “durante los últimos años se ha mantenido un nivel de comunicación entre las autoridades cubanas y estadounidenses para situaciones de emergencia en la Base Naval”, asegura Granma.
Guantánamo es el enclave militar más antiguo que Estados Unidos tiene en suelo extranjero. La base naval fue establecida cuando las tropas estadounidenses ocuparon Cuba luego de la Guerra hispano-cubano-norteamericana en 1898.
El arrendamiento de la zona quedó establecido por un convenio bilateral de 1903 que otorgó la potestad a los Estados Unidos de permanecer en el terreno durante el tiempo que necesitase.
Como parte del acercamiento entre ambos países, promovido durante la administración Obama, la base naval fue uno de los puntos complejos en las negociaciones y un reclamo constante por la parte cubana.
Recientemente, el presidente Donald Trump anunció que planea mantener la prisión de Guantánamo, en la que se encuentra recluidos presuntos terroristas, con lo que dio marcha atrás a la promesa de su antecesor de al menos cerrar la cárcel situada en la base, aunque nunca prometió devolver el territorio a Cuba.
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EFE / OnCuba