El excongresista demócrata cubanoamericano Joe García acaba de regresar de un viaje de una semana a Cuba, donde participó en una reunión de empresarios estadounidenses y cubanoamericanos con funcionarios de la isla. García se encontró con el presidente Miguel Díaz-Canel, hecho que provocó una controversia en Miami.
En una conversación con OnCuba, se defiende. Todo se hizo para desarrollar la economía cubana, un rubro al cual la comunidad cubanoamericana en el sur de Florida no puede ser ajena. Y, explicó, todo puede comenzar con la coparticipación en las pymes, un sector económico que, reafirmó, tiene las vías abiertas porque el embargo no lo prohíbe.
García, que nació en Miami en 1963, subraya que su amor por Cuba viene de su juventud. Fue fomentado por un líder del exilio tan polémico como el fallecido Jorge Mas Canosa. Y remata: no creo que haya hecho nada que no fuera coherente con su pensamiento.
No eres empresario, sin embargo, fuiste a Cuba a una reunión de empresarios. ¿Por qué?
Porque llevo un buen tiempo trabajando con pymes en Cuba y ayudando a muchos a desarrollar formas para lograr esa relación, a pesar del embargo y de las limitaciones que existen en la ley cubana y las travesuras en los temas financieros que involucran regulaciones estadounidenses.
Aparte del embargo, ¿cuáles son los temas que te preocupan?
Me he dado cuenta de que las pymes tienen pocas restricciones por el régimen establecido por el embargo. Reglas que se aplican al gobierno cubano y a las empresas cubanas, no se aplican a las pequeñas y medianas empresas en Cuba.
El gobierno cubano no es muy amigo de asociar a las empresas cubanas, aunque privadas, a una dependencia a Estados Unidos. ¿Cómo encontraste Cuba?
En este viaje vi que la situación está extremadamente difícil y que hay una serie de necesidades, que la situación que enfrenta el pueblo cubano es compleja. Igual la que enfrenta el gobierno.
¿Quién participó en la reunión?
Primero, encontré mucha gente que se fue de Cuba. Segundo, encontré a otros que están planificando irse de Cuba y también vi a muchos que son funcionarios cubanos, y que ahora comienzan su tercera edad. Y están viendo que sus hijos se están yendo de Cuba.
Mientras estuviste en Cuba, aquí en Miami aparecieron fotos tuyas con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel. ¿Cómo se dio ese encuentro?
Ellos invitaron al grupo entero de personas que viajaron a Cuba para estudiar la temática de las pymes y las formas de inversión en Cuba. Nos recibieron, llegamos a un salón, Diáz-Canel pronunció un discurso y después saludó a todo el mundo en ese salón.
¿Pero te sentaste a conversar con él?
No me senté. Hablé con él parado, y varias veces.
¿De qué hablaron?
Hay cosas que me voy a reservar. Pero dije que había que seguir el tema de las pymes, que era una oportunidad, y que había que implementar las decisiones que se tomaron. También abogué por las personas que se encuentran presas en las cárceles en Cuba tras los sucesos de julio del año pasado y de otros eventos. Me parece que no le hacen bien ni a la nación ni al pueblo cubano, así que lo mejor para Cuba es que sean liberados.
¿La reacción?
El Presidente me oyó, veremos si me escuchó. Pero me oyó.
¿Solo eso?
Yo soy cubano y tenemos que ver que he trabajado en la temática de Cuba desde que tengo 23 años y para mí fue conocer a alguien que puede tener un impacto sobre esa temática, más que ninguna otra persona. Usé esa oportunidad para presentar una serie de cuestiones sobre las que llevo muchos años pensando. Pensamientos que he elaborado en toda una vida y compartido con amigos y aliados.
Tu carrera política en el exilio fue formada por Jorge Mas Canosa, a quien sé que veneras. ¿Estoy equivocado?
No. Yo quiero mucho a Jorge, su memoria y su familia. Y forma parte de mi pensamiento sobre esta temática cubana.
¿Cuándo le hablabas a Díaz-Canel, pensabas en Mas Canosa?
Sí…
¿Crees que comprendería que hablaras con Díaz-Canel?
No me parece que hiciera nada que pensara que no tuviera coherencia con la historia de Jorge Mas Canosa. Acuérdate de que una vez debatió con Ricardo Alarcón.
¿Existe la posibilidad de que algún día hagas negocios en Cuba? De ser así, ¿qué negocios?
Estoy interesado en hacer negocios con las pymes en Cuba para desarrollar esas iniciativas en la isla. Y las pymes no se pueden desarrollar sin la comunidad cubana en el exterior. Puedo no ser, históricamente, un empresario. Pero sí tengo historia de ser un líder, y si puedo dar un poco de liderazgo a estos negocios, me parece que le hago un bien a Cuba y a los cubanos.
Pero existe un embargo que los prohíbe, que no hace distinción entre pymes…
Sí lo hace. Las pymes pueden hacer negocios en Estados Unidos. Pueden comprar sin restricciones. Son emprendedores y la ley y los reglamentos que escribió Obama permiten poder hacer negocios con las pymes.
Joe Biden no está haciendo mucho de lo que Obama propugnó.
Ha hecho un poco y hará más. Mira, abrió la embajada de nuevo, abrió los vuelos de nuevo, no solo a La Habana sino al interior, y ahora están trabajando para mejorar las remesas. Son cosas sustanciales para los cubanos, los de aquí y los de allá.
¿Crees que le debes una explicación al exilio histórico? Después de todo, durante años han tenido una postura de resistencia al gobierno de Cuba, lucharon con las armas…
Yo lo que sé es que he enterrado a muchos amigos, hombres que lucharon con las armas en Cuba, y que me impactaron sus memorias, su cariño, su profundo amor por la nación cubana. He enterrado a muchísimos. Algunos de ellos, en posiciones importantes, todo lo que quieren es un reencuentro digno con su país. Y me parece que es algo que el país les debe a ellos también. Ningún hombre de 80 años de edad, que debe ser la edad del brigadista [de Playa Girón] más joven, es una amenaza y algo que debe temer el gobierno de Cuba. En muchos sentidos son personas que merecen el respeto de todos nosotros.
¿Cómo explicamos que hay una nueva generación que acaba de llegar a Estados Unidos y se coloca mucho más a la derecha que las que llegaron antes?
La pregunta es: explica cómo es que fueron formados en Cuba, educados en Cuba. Sus familias permanecen en Cuba y, sin embargo, algunos tienen posiciones que hacen que los años 60 parezcan suaves. Esa es una pregunta que se debería hacer el gobierno de Cuba, porque esos son hijos de la Revolución cubana. Aquí no le puedes echar la culpa ni a Batista, ni a la CIA, ni al gobierno estadounidense, ni a los rusos. ¿De quién es la culpa de esta realidad, de que personas en su mayoría entre 35 años y menos lleguen con unas percepciones sobre su propio país que no las pude inculcar yo, ni nadie? La cuestión es la siguiente: si Cuba no le puede hablar a sus hijos ¿a quién es que le habla? ¿A los que va a enterrar?
¿Se puede resolver este problema en Miami actualmente?
El problema de Cuba no se puede resolver sin Miami.
Con todo el respeto a Joe, los cubanos de Miami solo aspiran a destruir Cuba, no ellos, q no tienen lo q hay q tener, sino q lo hagan otros. Por lo demás,, hacer negocios e invertir OK. Pero repito, Miami no tiene nada bueno para el pueblo de Cuba.
Estimado …nadie quiere destruir Cuba ..
Al menos nadie como la Revolución la ha destruido tanto..
Los de Miami quieren destruir el gobierno comunista de Cuba … que no es Cuba ..
Los problemas de Cuba se van a resolver a pesar de la derecha de Miami. No se puede echar a todos en el mismo saco. Y aunque la comunidad cubana en Miami es grande, no es la única en el exterior.