Hace tres meses el llamado “Síndrome de La Habana” volvió a “atacar”, esta vez en Francia y Suiza, pero solo este jueves fue informado por la diplomacia estadounidense, que no precisó cuantas fueron ahora las víctimas, exceptuando que un diplomático acreditado en país helvético fue repatriado a Estados Unidos.
El “Síndrome…” es una misteriosa enfermedad, detectada por primera vez en 2016 en la capital cubana, que parece afectar cognitivamente únicamente a oficiales de inteligencia y diplomáticos, principalmente de EE.UU., y para la cual Washington no tiene una explicación sólida más allá de sospechar que detrás de todo ello está la mano de Moscú.
Cuba, por su parte, ha negado su participación en los hechos y ha descartado que se trate de una única dolencia o de acciones premeditadas, al tiempo que asegura que la narrativa impuesta desde los medios y el gobierno estadounidense está “políticamente condicionada”, mientras el misterio continúa, incluso para Washington.
“Estamos trabajando horas extras en todo el gobierno para llegar al fondo de lo que sucedió, quién es el responsable y, mientras tanto, para asegurarnos de cuidar a todos los afectados y proteger a toda nuestra gente lo mejor que podamos”, dijo el secretario de Estado, Anthony Bliken a la cadena televisiva NBC.
El alto funcionario explicó que Washington tiene a la comunidad de Inteligencia, los departamentos de Defensa y de Estado y un batallón de científicos “tratando de llegar al fondo de esto”.
Según Blinken, hasta la fecha no se sabe cuál es la causa de estos incidentes –que la Administración Trump llegó a considerar “ataques”– y no se sabe quién exactamente es el responsable, pero los diplomáticos estadounidense, de Canadá y funcionarios legislativos en Washington han dicho que se han visto afectados por los mismos.
“Nuestra determinación es hacer todo lo posible para llegar al fondo de esto y, mientras tanto, proteger a nuestra gente y cuidar de ellos”, puntualizó. Porque, entre otras razones, el secretario de Estado dijo no tener “ninguna duda de que las personas se han visto afectadas directa y poderosamente”.
“Tenemos que llegar al fondo de lo que sucedió exactamente y quién podría ser responsable, y eso es lo que estamos decididos a hacer –señaló–. Y como dije, tenemos prácticamente a todo el gobierno trabajando en esto siguiendo las instrucciones del presidente. Todavía no hemos llegado, pero llegaremos”.
Por otro lado, Blinken admitió que no tiene idea de quién estaría detrás de estos supuestos ataques. “Hemos planteado esto a los rusos, pero aún no tenemos una determinación de quién puede ser responsable. Así que hemos dejado en claro que si ellos son los responsables, o de hecho, cualquiera que sea responsable sufrirá graves consecuencias. Pero no, quiero dejar muy claro que aún no tenemos una determinación”, precisó.