La semana próxima Estados Unidos y Cuba reanudarán una ronda de conversaciones que venían efectuando regularmente desde el deshielo hasta 2018, cuando la administración Trump las interrumpió bruscamente.
Estas conversaciones se relacionan con temas bilaterales comunes: seguridad, control de fronteras, combate al narcotráfico y al terrorismo, trata de personas, seguridad marítima y mantenimiento de comunicaciones expeditas y claras entre agencias de los dos países, entre otros.
Hace dos días el Departamento de Estado comunicó por correo electrónico al Congreso, como lo manda la ley, la realización del encuentro bilateral los días 18 y 19 de enero en la capital cubana. Aparte del Departamento de Estado, participarán por Estados Unidos la Agencia Antidrogas (DEA), el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), las diversas entidades a cargo de inmigración y el Departamento de Justicia, confirmó a OnCuba un funcionario del Departamento de Estado.
Según la fuente, se trata de una reunión “necesaria”, de carácter “muy técnico”, en la que las dos partes exponen preocupaciones propias como, por ejemplo, las deportaciones de cubanos; el mecanismo para efectuar los vuelos de deportación (que ahora mismo están parados); el combate al narcotráfico, en el que la Guardia Costera colabora con los Guardafronteras cubanos y mantienen “una comunicación permanente”.
Para Washington estas reuniones facilitan la “aplicación de sus políticas de seguridad nacional”. Y precisó la fuente: “de momento no he escuchado que esto llevará a sacar a Cuba del listado de países que apoyan el terrorismo”. Salir de esa lista ha sido y es una reivindicación permanente de La Habana desde que Trump la puso allí de nuevo al final de su mandato. Pero, dijo, “nunca se sabe”.
“Este tipo de diálogo mejora la seguridad nacional de Estados Unidos a través de una mejor coordinación internacional de las fuerzas del orden, lo que permite a este país proteger mejor a sus ciudadanos y llevar ante la justicia a los delincuentes transnacionales”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
El funcionario agregó: “este diálogo no afecta el enfoque continuo de la administración en temas críticos de derechos humanos en Cuba”, informó La Voz de América, órgano oficial del gobierno estadounidense.