La ciudad de Miami ha acogido esta semana un encuentro inédito, esperanzador e histórico. Al menos es así para quienes buscan abrir caminos viables a los intereses económicos crecientes entre actores empresariales de Cuba y Estados Unidos.
A pesar del difícil contexto de las relaciones bilaterales marcadas por el embargo/bloqueo y el abultado repertorio de sanciones contra Cuba que permanecen vigentes, estos hombres y mujeres de negocio de ambas orillas se reunieron para identificar las alternativas que existen y los puntos de contacto entre ellos.
Más de 70 empresarios privados de la isla viajaron esta semana a Miami y fueron recibidos por colegas cubanoamericanos y estadounidenses para establecer contactos y forjar alianzas con sus pares, a la espera de que desde Washington se den a conocer nuevas flexibilidades que favorezcan la expansión y fortalecimiento del sector privado cubano.
En sus palabras de bienvenida de cada una de las dos jornadas de trabajo, los exalcaldes de Hialeah, Raúl L. Martínez, y de Coral Gables, Raúl Valdés-Fauli, resaltaron el significado del encuentro y ponderaron el valor del emprendimiento para favorecer el desarrollo económico de una comunidad, tal como evidenciaron muchos emigrados cubanos en Miami y están intentando hacer hoy los nuevos empresarios privados en Cuba.
Estudiar la normativa
Expertos legales y funcionarios de la Administración Biden atendieron a esta convocatoria para aclarar los límites y oportunidades disponibles hasta el momento para establecer relaciones económicas en este nivel. Brindaron explicaciones de primera mano sobre las actuales políticas y normativas del Gobierno de Estados Unidos para el comercio con Cuba.
Los abogados de la firma Akerman LLP, un bufete con una amplia labor en el tema, insistieron en el marco legal y exhortaron a los empresarios privados de la isla a profundizar en estas normativas para facilitar la relación con sus contrapartes estadounidenses y evitar que temores y confusiones malogren posibles negocios.
Nada que anunciar, por el momento
Durante la primera jornada del evento funcionarios del Departamento de Estado, del Departamento de Comercio y de la OFAC, brindaron detalles sobre las licencias generales y específicas que, aún con los límites y prohibiciones del embargo/bloqueo, posibilitan determinadas importaciones y exportaciones, y otras operaciones entre empresas de ambos países.
En particular, Zack Haas, quien habló a nombre del Departamento de Estado, reiteró la voluntad de la Administración Biden de respaldar al empresariado privado de la isla, en sintonía con lo anunciado en mayo de 2022, y adelantó que se estudian posibles cambios en las actuales regulaciones.
No obstante, aseguró que, por el momento, no había nada nuevo que anunciar, a pesar de recientes publicaciones de prensa sobre facilidades bancarias y tecnológicas para emprendedores privados en Cuba.
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El camino no es fácil
Entre las mipymes cubanas participantes en el encuentro —llegadas desde La Habana y de otras provincias— estuvieron representados los sectores de la agroindustria, importación y comercialización de productos, informática, servicios, construcción, energías renovables, cosmética, confecciones textiles y otras manufacturas.
Los reunidos en Miami reconocieron que deben lidiar con los efectos directos e indirectos de las sanciones de Estados Unidos —incluida la permanencia de Cuba en la criticada lista de países patrocinadores del terrorismo—, y por otra parte, también con las reticencias y el ritmo particular de las reformas en Cuba.
Saben que será necesario un tiempo para consolidar el desempeño y la filosofía empresarial de los nuevos negocios cubanos. Muchos de ellos antes fueron empleados o trabajadores por cuenta propia, reconvertidos hoy en emprendedores, al frente de mipymes surgidas a partir de la nueva normativa de 2021. Deben incorporar conocimientos, ganar experiencia y abandonar prácticas trasladadas de experiencias de gestión anteriores.
Resultados concretos
Los reunidos en Miami buscaron durante los dos días que duró el evento identificar intereses comunes, y aprender sobre las particularidades del otro. Los empresarios cubanos de aquí y de allá necesitan reconocerse como iguales en la voluntad de contribuir a su país. Así lo resaltó en la apertura Alfonso Larrea, socio principal de Evexcon SRL, mipyme cubana organizadora del evento. Larrea reafirmó el valor no solo simbólico sino además práctico que este encuentro puede tener para los de la isla.
En ello coincidió el empresario cubanoamericano Hugo Cancio, CEO de Fuego Enterprises Inc. y de Katapulk, marketplace que brinda su plataforma a muchas de estas pequeñas empresas que están comenzando su andadura, sea como productores o comercializadores.
“Que empresarios cubanos de ambos lados del estrecho de la Florida se reúnan, intercambien, colaboren y exploren oportunidades conjuntas en Miami no es tan solo histórico: es el futuro. Desde Katapulk ya colaboramos con muchas de estas mipymes aquí presentes, y ahora también exploramos nuevas oportunidades de inversiones y asociaciones“, comentó Cancio.
Amplificar experiencias
Casi 9000 nuevas mipymes han sido constituidas en Cuba en los últimos dos años. Quienes viajaron en esta primera expedición han podido conocer de primera mano a empresarios estadounidenses, algunos de ellos con raíces en la isla, como Mike Fernández, un exitoso hombre de negocios especializado en el sector de salud, quien aconsejó a sus colegas “pensar en grande“ y enfocarse “en lo difícil“ para alcanzar el éxito en el competitivo mundo empresarial.
“Cada obstáculo que encontremos en el camino es para sobrepasarlo“, dijo Fernández a los empresarios de la isla, a los que pidió amplificar las experiencias y consejos recibidos en esta visita a su regreso a Cuba.
Crisis y resiliencia
Oniel Díaz, socio y gerente general de AUGE, empresa de servicios corporativos, abundó sobre la evolución del sector privado cubano. Se refirió al impacto negativo de la pandemia y la crisis económica que atraviesa la isla para el funcionamiento de los emprendimientos privados. Al mismo tiempo celebró la resiliencia e inventiva de los empresarios, así como la atención y participación en el sector privado de cubanos que viven fuera del país, también en Estados Unidos.
Díaz comentó la necesidad de resolución de los problemas persistentes del mercado cambiario cubano para el sostenimiento y desarrollo del emergente empresariado privado. Ninguna medida que pueda aprobarse por autoridades de ambos países podrá tener un funcionamiento óptimo sin que se resuelva este obstáculo, considera.
Además, lamentó la politización que suele hacerse del sector privado de Cuba por ambos extremos del espectro político, por las repercusiones negativas que entraña para sus negocios y su percepción social. En su opinión, este sector privado resulta “subversivo“ para el discurso enarbolado por ambos extremos y debe lidiar con la contradicción “inevitable“ y “dolorosa“ alimentada por la polarización política.
Logística, tecnología, financiamiento, materias primas y nuevos mercados
Otros empresarios privados cubanos tuvieron la oportunidad de exponer brevemente sobre su trabajo, sus experiencias y necesidades en busca de posibles alianzas y proveedores en Estados Unidos.
Representantes empresariales de la agroindustria, como Media Luna y La Ceiba; del sector manufacturero, como Vitroarte y Confecciones Ramos; de construcción y energía renovable; como Dimasoluciones y Acemos; de servicios y comercio, como Ricotomar y Barandela; y de la informática, como Dofleini y Pyxel Solutions; tomaron la palabra en la segunda jornada del evento.
Logística, tecnología, financiamiento, materias primas y nuevos mercados para sus productos y servicios, fueron necesidades reiteradas por los empresarios privados, en dependencia de sus respectivas actividades. A la par resaltaron la formación y profesionalidad de su fuerza laboral como una fortaleza a ofrecer, a pesar del desafío que entraña la sistemática emigración de trabajadores.
Además, abogaron por trabajar y competir en igualdad de condiciones con sus pares estadounidenses y otros países, para ofrecer sus productos y servicios, ante las restricciones y dificultades derivadas de las sanciones y políticas de Estados Unidos hacia Cuba, lo mismo tecnológicas que financieras o de otros ámbitos, que condicionan y limitan su operatividad y desarrollo.
Empresarios estadounidenses y cubanoamericanos expusieron sus carpetas de negocio y plantearon alternativas de colaboración. Entre ellas estuvo la asociación de productores USA Rice, Jack Links Snacks, Koch Foods, Seabord Marine y Díaz Food. Todos ellos se presentaron como posibles proveedores para el sector privado de la isla.
Que ustedes tengan éxito
El empresario cubanoamericano Carlos Saladrigas, chairman del Cuba Study Group, reiteró a los visitantes un mensaje que se ha repetido en el evento: “Todo lo que queremos es que ustedes tengan éxito“.
Saladrigas consideró que un encuentro como este de Miami “hace mucho bien“ porque contribuye al entendimiento entre los cubanos de la isla y de la Florida, y aseguró que muchos en Miami tienen la disposición de ayudar y aconsejar a los emprendedores privados de Cuba.
Humildad, visión de futuro, planeación estratégica, enfoque, capacidad de reinvención, trabajo en equipo y creación de redes, fueron algunos consejos que Saladrigas brindó a la audiencia de noveles empresarios.
Joe García: “Encontrar el espacio común“
Uno de los rostros del encuentro fue el de Joe García. El excongresista de Florida fue uno de los anfitriones de la reunión de Miami, convencido del papel que el empresariado privado puede desempeñar hoy como “espacio común“ entre Cuba y Estados Unidos.
“Cuando hay diferencias entre dos partes, lo que hace falta son puntos comunes. Cosas en común que podemos encontrar, de las que podamos hablar. Y nosotros acá en Estados Unidos pensamos que los empresarios, los pequeños negocios, son importantes en cualquier sociedad democrática y próspera, y en Cuba, por las leyes y normas aprobadas en los últimos años, también están diciendo lo mismo en esta área“, comentó a OnCuba.
“Vamos a trabajar para ese espacio común, porque con ello lo que estamos haciendo es darle mejores condiciones, más porvenir, al pueblo cubano. Este es un espacio en el que ambas partes podemos trabajar de conjunto y mover la sociedad hacia adelante“, añadió.
No obstante, García no niega que lograrlo no es tarea fácil, por los obstáculos e implicaciones del tema a ambos lados del estrecho de la Florida:
“No es sencillo, claro que no. Hay mucho prejuicio, muchos obstáculos, muchas decepciones, mucho sufrimiento, muchos traumas entre los cubanos, pero no por eso podemos tirarnos en la cama a lamentarnos, ni tampoco ponernos a esperar porque el gobierno de aquí o el de allá dé otro paso, que sería muy importante, claro. Pero uno también tiene que hacer“.
“Cada espacio que se abre, que le permiten a un negocio, hay que ocuparlo. Y lo que queremos es lograr que se abran más oportunidades y que, en definitiva, se beneficie el pueblo de Cuba“.
“La disposición de muchas personas que han decidido permanecer en la isla, emprender un negocio, y que está luchando por su espacio, por su familia y también para hacer un país más próspero, es una fuerza muy importante para un mejor futuro y es necesario ofrecerle todo el apoyo posible. Eso me parece esencial“.
