El envío de dos grupos de inmigrantes indocumentados de Florida a Massachusetts por parte del gobernador Ron DeSantis ha provocado una fuerte reacción en las comunidades venezolana, colombiana y nicaragüense. Los medios afines a los cubanos han solido mantener un silencio sepulcral.
Básicamente, estas comunidades consideran que el gesto de DeSantis y los acontecimientos posteriores “todo fue un truco política”, no de apoyo a los indocumentados.
“Sintieron que finalmente iban a poder vivir el sueño americano. No sabían que los iban a enviar a una isla de millonarios. No pueden quedarse allí. Todo fue un truco político ”, dijo Juan Correa Villalonga, de 34 años un residente de Sunrise que huyó de Venezuela con su familia a los 11 años.
Correa Villalonga es un caso extraordinario en términos migratorios. Fue deportado hace unos años, pero logró retornar a Estados Unidos. “Nos sentimos engañados. Nos sentamos a la mesa con DeSantis y nos dijo que apoyaría a las comunidades de inmigrantes. Nos sentimos utilizados y manipulados”, dijo en declaraciones a la cadena ABC.
Cuando se supo la noticia algunos habitantes del sur de Florida elogiaron al gobernador en las redes sociales. Jim Naugle, exalcalde de Fort Lauderdale, se refirió a él en Twitter como un líder “brillante” diciendo que estados como Florida aceptan más inmigrantes de los que les corresponde.
“Creo que es brillante”, dijo Naugle, un conservador demócrata. “Tienen grandes recursos allá arriba. Creo que les encantará Martha’s Vineyard. Los indocumentados son una carga enorme para Florida. Creo que [DeSantis] está defendiendo a los residentes de Florida”.
Pero Raiza Perrault, una residente de Hollywood nacida en Venezuela, piensa distinto. “Fletó dos aviones para llevarlos a Martha’s Vineyard. Imagínense llegar aquí y luego ser subidos a un avión sin que les digan adonde van. ¿Quién en su sano juicio haría algo así? No muestra compasión al tratar a personas de esa manera y enviarlas a otro lugar”.
“Esas medidas son moralmente repulsivas”, consideró Samuel Vilchez Santiago, director estatal de la American Business Immigration Coalition Action.
Es más, “en la campaña electoral, el gobernador DeSantis complace a comunidades como la mía, que han sido traumatizadas por la persecución política y la violencia. Sin embargo, desde el punto de vista oficial su administración arroja continuamente a nuestras comunidades bajo el autobús en su búsqueda de poder. Esta es una nueva baja y una traición a nuestras comunidades”, agregó.
El envío de los indocumentados a estados bajo control demócrata es un plan de los gobernadores republicanos de combatir la política migratoria del presidente Joe Biden, pero obvia las leyes migratorias que consideran un delito el trasiego de inmigrantes indocumentados de un estado a otro.
Por otro lado, el presidente Biden se ha involucrado en este debate este martes cuando en un aparte con un grupo de reporteros de la Casa Blanca, dejó establecido que la deportación de cubanos, nicaragüenses y venezolanos hacia sus países de origen no es una buena idea.
Para el mandatario la situación en la frontera es totalmente diferente a la de los días de Donald Trump en la Casa Blanca, ya que “llegan menos migrantes de Centroamérica y México”.
“Ahora estoy atento a Venezuela, Cuba y Nicaragua. La posibilidad de enviarlos de regreso a esos países no es racional”, dijo el presidente. “Estamos trabajando con México y con otros países para ver si podemos parar el flujo [migratorio]”.
No está claro si la afirmación se refiere a los cubanos que están siendo deportados al ser interceptados por vía maritima.
Consultados sobre el asunto, dos abogados de Miami le dijeron a OnCuba que una cosa no tiene que ver con la otra porque esas devoluciones se basan en un acuerdo con el gobierno cubano que no afecta a quienes se presentan en la frontera con México.
Perfecto,hasta Boric lo dijo : hay que repartir !! Los que llegan,mejor hubieran reclamado sus derechos en sus países !!
Bien se ve q tu estás allá. Bien se ve que tu “reclamaste” tus derechos en tu pais de origen.