El Gobierno cubano agradeció este lunes la ayuda anunciada desde Estados Unidos tras el devastador impacto del huracán Melissa, y afirmó que, como en ocasiones anteriores, la misma sería “canalizada” por vías institucionales en cooperación con la Iglesia Católica.
Un comunicado del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex) aludió al reciente anuncio de un ofrecimiento de asistencia material por un valor de 3 millones de dólares que aportaría la Administración Trump por vía del Servicio Católico de Ayuda de Estados Unidos; al tiempo que indicó que en paralelo existe otro ofrecimiento de la Arquidiócesis de Miami.
Ambas ayudas deben llegar a la isla a través de la Iglesia Católica cubana, con la que el Mincex asegura tener “una experiencia positiva de años de cooperación vinculada a la labor humanitaria”, materializada “exitosamente en plena coordinación con nuestras autoridades y conforme a los requerimientos que se ajustan a la evaluación de daños y necesidades más perentorias”.
El texto oficial agradece “estos gestos humanitarios” y explica que el protocolo para cualquier asistencia internacional, “incluyendo la de otras organizaciones religiosas de los propios Estados Unidos”, es viabilizada por las autoridades, las que —sostiene— “trabajan para canalizar el aporte del modo más rápido y eficiente, a fin de que este llegue con prontitud a las poblaciones y territorios necesitados”.
El comunicado no detalla en qué consiste dicha “canalización” de forma general, ni establece cuál sería la implicación de las autoridades cubanas en la entrega de la ayuda anunciada ahora por la Iglesia Católica. Tampoco aclara sobre el papel que desempeñarían la propia Iglesia o los donantes estadounidenses en este proceso y la toma de decisiones durante el mismo.
La Iglesia Católica de #Cuba gestiona 3 millones de USD en #ayuda para las víctimas del #huracán #Melissa, a través del Servicio Católico de EE.UU. y la Arquidiócesis de Miami. La ayuda se coordinará con las autoridades cubanas para una entrega rápida y efectiva. pic.twitter.com/aL8qSz2Q9L
— MINCEX (@MINCEX_CUBA) November 3, 2025
Aun cuando pondera las “numerosas expresiones de empatía y solidaridad” a Cuba por los estragos del huracán y, en particular, reconoce el donativo ofrecido desde Estados Unidos, la aclaración del Mincex sobre la participación gubernamental en su organización y entrega abre un nuevo compás de incertidumbre sobre su posible materialización.
El mensaje de La Habana eventualmente devuelve la iniciativa de Washington a un escenario de disputa con las autoridades de la isla, toda vez que la Administración republicana ha dicho pretender que tal socorro no pase por corredores ni administradores estatales cubanos.
Iglesia Católica informa
Fuentes de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) confirmaron a este lunes a OnCuba que “se hacen las gestiones pertinentes para concretar, sobre todo, las cuestiones logísticas de cómo va a llegar esa ayuda aquí y cómo se distribuirá”.
El domingo, la COCC había confirmado que junto a Cáritas Nacional se estaban dando los “pasos necesarios” con “todas las partes” para coordinar la distribución de una ayuda humanitaria por valor de 3 millones de dólares en recursos ofrecida por el Gobierno de Estados Unidos para los afectados por el devastador huracán Melissa en el oriente de Cuba.
“Los Obispos Católicos y la Cáritas de Cuba están dando los pasos necesarios y sosteniendo conversaciones útiles y positivas con todas las partes, para que este ofrecimiento se pueda convertir en realidad”, refirió el comunicado de la entidad religiosa.
Obispos dan los “pasos necesarios” para gestionar la ayuda de EEUU a Cuba por Melissa
Posturas encontradas
El pasado 30 de octubre, el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció que su Departamento había emitido una declaración formal de Asistencia Humanitaria para Cuba en respuesta al huracán Melissa.
El funcionario, un partidario de línea dura contra La Habana desde sus tiempos en el Senado y que previamente no había incluido a la isla en la toda estadounidense por el huracán, dijo después que Estados Unidos estaba preparado para proporcionar ayuda a la isla “tanto directamente como a través de socios locales que puedan distribuirla de manera más eficaz a quienes la necesiten”.
Rubio señaló que la legislación estadounidense, que prohíbe casi todo el comercio con Cuba, incluye “exenciones y autorizaciones relacionadas con donaciones privadas de alimentos, medicinas y otros productos humanitarios a Cuba, así como la respuesta ante desastres”.
En una primera reacción de La Habana, el vicecanciller Carlos Fernández de Cossío aseguró que el Gobierno de la isla había “entrado en contacto con el Departamento de Estado” y esperaba precisiones “sobre cómo y en qué manera están dispuestos a ayudar”.
Sin embargo, horas después y en un llamativo cambio de tono, desde el Gobierno y el Partido Comunista de la isla se cuestionó el anuncio de Washington y se apuntó a un levantamiento o una pausa del embargo “sin condiciones” como la vía “sincera” para apoyar al pueblo cubano.
Matizando, un día después de las declaraciones de Marco Rubio, la subdirectora general de la Dirección General de Estados Unidos de la cancillería cubana, Johana Tablada, manifestó que hasta ese momento la Administración Trump no había “concretado ningún ofrecimiento” ni “respondido a las interrogantes que se formularon sobre el anuncio hecho por el Secretario de Estado”.
Por su parte, el propio presidente Miguel Díaz-Canel escribió entonces en X que “Cuba está abierta y agradece cualquier tipo de ayuda a nuestro pueblo, siempre que sea honesta, y en el marco del respeto a las regulaciones y la soberanía nacional”, adelantando las prioridades y directrices de su Gobierno sobre esa ayuda que ahora fueron referidas en el comunicado del Mincex.
Como ya expresé, #Cuba está abierta y agradece cualquier tipo de ayuda a nuestro pueblo, siempre que sea honesta, y en el marco del respeto a las regulaciones y la soberanía nacional, tal como ya vienen realizando diferentes países y organizaciones internacionales. pic.twitter.com/6OKtLzXbcg
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) November 1, 2025
Situación en extremo grave
Informes preliminares indican que alrededor de dos millones de personas en Cuba enfrentan grandes necesidades —incluidos refugio, alimentos, agua y atención médica— después de que Melissa azotara la isla y anegara, con lluvias catastróficas, grandes extensiones de tierra y localidades debido al desbordamiento de ríos y el escurrimiento hacia zonas bajas y pobladas.
Citado por The New York Times, Francisco Pichón, coordinador residente de la ONU para Cuba, dijo que Melissa había causado grandes daños en viviendas, infraestructuras, cultivos, escuelas y líneas eléctricas y que al menos 240 comunidades habían quedado incomunicadas a causa de los deslaves y cortes de electricidad.
Más de 45 mil viviendas resultaron dañadas en Cuba, según datos preliminares difundidos este lunes por la Presidencia del país, en una reunión gubernamental en la que también se precisó que unas 120 mil personas permanecen protegidas en centros de evacuación o en casas de familiares.
En redes sociales, entretanto, los reportes ciudadanos hablan diariamente de casos de damnificados que perdieron el patrimonio acumulado por décadas de trabajo y sacrificios y que en no pocos casos solo cuentan con la ropa que visten o mínimas pertenencias personales en medio de una severa crisis acentuada ahora en grado extremo por el demoledor impacto del huracán.
			










