Con la llegada a la Casa Blanca del demócrata Joe Biden, quien fuera vicepresidente de Barack Obama –el mandatario estadounidense que lanzó el deshielo con La Habana con la frase “esta bronca comenzó antes de que yo hubiera nacido”–, un grupo de estudios y análisis básicamente cubanoamericano ha lanzado un documento que propone al actual presidente que retome los nexos con la Isla.
“La urgencia del momento, agravada por las necesidades de Cuba en medio de la crisis económica más grave que ha enfrentado en una generación, exige una acción audaz. Si ambos países no logran una política de acercamiento íntegra esta vez y no establecen el camino hacia la normalización sobre un terreno más firme, tememos que no habrá otra oportunidad como esta por muchos años”, afirma la propuesta de 26 páginas a Biden, elaborada por el Cuba Study Group.
“No estamos sentados en la posición del conductor, apenas podemos hacer recomendaciones”, comentó en una rueda de prensa electrónica el presidente de la agrupación, Carlos Saladrigas.
Saladrigas no es nuevo en esto de las iniciativas para estrechar los vínculos entre los dos países. Ha viajado a la isla, ha dialogado con la sociedad civil y ha impartido conferencias sobre el trabajo privado.
No en balde en el documento se hace énfasis en la necesidad de expandir la participación de los cubanoamericanos en el sector privado de la Isla, cuyo margen ha sido ampliado recientemente. “(El documento) es una defensa robusta de la política de establecer conexiones porque es la única forma de lograr lo que nos proponemos. Lo importante es que el gobierno cubano cree oportunidades para que los cubanoamericanos se integren en la sociedad y contribuir al futuro”, explicó Saladrigas.
El texto del Cuba Study Group enfatiza, a su vez, que “el gobierno cubano también debe darse cuenta de que es poco probable que el acercamiento con Estados Unidos sea sólido si intenta eludir Miami. La reversión de la política de acercamiento bajo Trump después de 2017 no se materializó desde la nada. Fue alimentado en parte por los resentimientos desatendidos por el gobierno cubano, no solo de los exiliados más antiguos, sino también de muchos votantes inmigrantes cubanos más jóvenes, agravios que la campaña de Trump supo explotar”.
“Los funcionarios cubanos probablemente rechazarán la idea de que deben tratar su vínculo con la diáspora cubana como un corolario a su relación con Washington –apunta el documento–. Prefieren tratar ambas relaciones en vías separadas: una como un diálogo entre estados y otra como un proceso de intercambio con sus propios ciudadanos. Pero dadas las maneras obvias en que la política entre Estados Unidos y Cuba seguirá siendo un factor en la agenda electoral en el sur de Florida y a nivel nacional, los funcionarios cubanos deben reconocer la naturaleza simbiótica, de hecho, triangular, de la relación bilateral”.
Cuanto más vean los cubanos en el exterior que la Isla avanza en camino a la reforma interna, y más intenta normalizar las relaciones con su emigración –por ejemplo, brindando a sus integrantes los mismos derechos y protecciones bajo la ley cubana, o creando oportunidades para que los cubanos en el extranjero puedan invertir de manera transparente en Cuba y reintegrarse a su sociedad– menor será el apoyo público a cualquier futuro esfuerzo partidista para revertir la política de acercamiento”, subraya.
Es que en el fondo, como recuerda Saladrigas a OnCuba, “Biden dijo claramente durante la campaña que reanudará los viajes, las remesas y la reapertura del consulado (en la Habana)”, para facilitar la reunificación familiar.
Carta abierta a Joe Biden pide que Estados Unidos normalice sus relaciones con Cuba
Como define la propuesta, que fue entregada este martes en la Casa Blanca, se trata de “revertir políticas que han perjudicado indebidamente al pueblo cubano. Esto incluye, entre otras, levantar las restricciones a los vuelos comerciales y chárter, poner fin a los límites de remesas, restablecer los servicios consulares en Cuba, reiniciar el Programa de Reunificación Familiar para Cubanos, restablecer la visa de entrada múltiple de cinco años para ciudadanos cubanos y revisar las regulaciones financieras y bancarias para garantizar la continuidad de las transferencias formales de las remesas y las operaciones bancarias en Cuba”.
Además, el Cuba Study Group defiende restaurar el apoyo al sector privado cubano como política prioritaria, así como reanudar y reforzar la cooperación en salud pública con Cuba para combatir la pandemia de COVID-19. Y de igual forma, apoya recuperar y fortalecer las relaciones diplomáticas a nivel de trabajo mediante el nombramiento de un embajador para liderar la Embajada de Estados Unidos en La Habana, o un encargado de negocios con rango de embajador, si fuera poco probable que el Senado confirme un nombramiento de embajador.
Dios quiere paz y amor,con sabiduria y respeto todo se puede lograr,por el bien de todos los cubanos,
Comparto las opiniones del Cuba Study Group y sé que la mayoría de los cubanos emigrados estaría de acuerdo con el acercamiento entre Cuba y E.U. sobre la base del respeto a la soberanía de cada país.