Este martes, una jueza de Miami desestimó una segunda demanda por parte de la desaparecida Havana Docks Corporation, contra la naviera Norwegean por el uso del actual muelle Sierra Maestra, que fue nacionalizado el año 1960 en un momento que estaba funcionando en concesión por la mencionada empresa estadounidense. La decisión es la segunda de este tipo, después que el lunes la jueza Beth Bloom tomó igual decisión a favor de la naviera suiza, MSC. Ambas demandas se plantearon bajo los preceptos de la Ley Helms-Burton que permite a viejos propietarios someter una querella contra empresas extranjeras que “trafiquen” con propiedades nacionalizadas.
El argumento básico de la jueza es que en ambos casos la explotación de las instalaciones portuarias habaneras, comenzó después que caducó el año 2004 la concesión dada a Havana Docks Corporation, aunque la empresa haya dejado de utilizarla desde 1960 tras la nacionalización.
Ahora queda por decidir la suerte de las demanda contra las navieras Carnival y Royan Caribbean, con sede en Miami, pero se estima que tendrán igual suerte. En ambos casos, la resolución de la juez Bloom impide que se puedan presentar nuevas demandas con los mismos argumentos.
En sus alegatos, los herederos de los propietarios de Havana Docks Corporation, sostuvieron que la nacionalización fue ilegal y sin compensaciones. La demanda fue introducida en el marco de la Ley Helms-Burton, que permite a viejos propietarios someter una querella contra empresas extranjeras que “trafiquen” con propiedades nacionalizadas.
Sin embargo, la decisión de la jueza Beth Bloom puede ser apelada ante el Tribunal de Apelaciones del onceno circuito con sede en Atlanta, Georgia.
“En la moción [pidiendo la desestimación del caso], los demandados argumentan que la querella debe ser desestimada por cuatro razones. Primero, porque que los demandantes no han presentado razones suficientes para afirmar que los demandados han estado traficando con propiedades de los demandantes; segundo, la acusación de tráfico no se encuadra en el contenido de la ley; tercero, el título III de la Acta Libertad [el nombre formal de la Ley Helms-Burton] viola la cláusula del debido proceso de la Quinta Enmienda [constitucional]; y, cuarto, el título III viola el contenido de la cláusula del debido proceso”, afirmó la juez, en la decisión sobre la naviera MSC.
Bloom considera que los demandados tienen razón al argumentar que el alquiler del espacio portuario caducó en el 2004 y que la demanda no alega que los demandados alguna vez hayan traficado, lucrado o infringido la propiedad confiscada una vez que la naviera MSC comenzó a utilizar esas instalaciones en 2018 y Norwegian dio inicio a sus actividades el 2019.
Una vez que “nadie cuestiona que el alegado comportamiento de los demandados comenzó en el año 2018, no han traficado con la propiedad confiscada al demandado. Por lo tanto, el demandante fracasa al presentar una reclamación por tráfico bajo el título III como material de Ley […] por estas razones, se adjudica la moción de los demandados y la demanda es desestimada con prejuicio”, lo cual significa que no se podrá presentar otra demanda en estos términos y con estos argumentos.
Por otro lado, fuentes con conocimiento del caso piensan que hay todavía detalles por resolver, como es esperar que las apelaciones puede argumentar que la juez Bloom se equivocó porque el congreso nunca tuvo la intención de establecer que el acta Libertad tuviera una fecha de caducidad para las reclamaciones certificadas además de que tampoco tuvo la intención de que el propietario de una concesión fuera impedido de usar el plazo completo de la concesión ya que no había forma de saber si la concesión seria o no extendida. Es más, queda también por ver si las operaciones de los cruceros fueron legales o la administración de Barack Obama se excedió en su autoridad y y, por lo tanto, las líneas de cruceros practicaron una actividad ilegal, entre otras cuestiones.
De momento, la juez tiene todavía sobre la mesa dos decisiones que tomar, sobre las navieras Carnival y Royal Caribbean. Todas las navieras que viajaban a Cuba tuvieron de suspender los cruceros tras una decisión en ese sentido de la administración de Donald Trump el año pasado.
Bien.