Donald Trump solicitó el registro de su marca comercial en Cuba en 2008, para construir hoteles, casinos y campos de golf en la Isla, a pesar de su promesa de no negociar con el gobierno cubano pronunciada durante un discurso en Florida en 1999.
Trump contrató a la abogada cubana Leticia Laura Bermúdez para que presentara la solicitud en octubre de ese año, informó este martes el Nuevo Herald, que corroboró el registro en la base de datos de la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial.
La solicitud fue aprobada en marzo de 2010 y el registro de la marca caducó en 2018, durante la presidencia de Trump, detalla la fuente.
La que aparece en la solicitud es la de la Organización Trump: 725 Fifth Avenue, Nueva York, 10022, y la marca estaba relacionada con “negocios de bienes inmuebles”, “concursos de belleza”, “cursos de golf”, “servicios de juegos de casino”, “montaje de programas de televisión” y “servicios hoteleros”, de acuerdo con el Herald.
La empresa Trump Hotels & Casino Resorts pagó a una consultora alrededor de 68 000 dólares en 1998 por un viaje de negocios a Cuba, lo que constituye una presunta violación del embargo de Estados Unidos a la Isla, según un artículo de Newsweek, citado por la fuente.
En 2013, ejecutivos de la Organización Trump visitaron la Isla para explorar posibilidades de invertir en un campo de golf al este de La Habana, de acuerdo con Bloomberg BusiNewsweek.
Tres años más tarde, cuando Trump fue candidato presidencial, la propia organización habría estudiado la posibilidad de establecer hoteles en la Isla, según declaró el presidente de la cadena hotelera Iberostar, Miguel Fluxá.
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El Herald también menciona que el exdirector del campaña presidencial de Trump, Paul Manafort, viajó a Cuba en 2017, según aparece reflejado en un informe del Senado.
El medio estadounidense no pudo contactar a la abogada que se encargó de los trámites de registro de la marca Trump en la Isla y tanto la Casa Blanca, como la Organización Trump, se abstuvieron de responder a una solicitud de comentario, indica la fuente.
Desde su llegada a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump ha desarticulado las políticas del gobierno de Barack Obama de acercamiento a Cuba.
La administración que encabeza limitó los viajes de estadounidenses a la Isla, redujo su personal diplomático en la embajada de La Habana y ha endurecido el embargo de su país a Cuba mediante la aplicación de un mayor número de sanciones a empresas estatales cubanas y la puesta en vigor del título III de la Ley Helms-Burton.