Cuba y la Unión Europea (UE) se reunirán este miércoles para perfilar una nueva ronda de contactos, a la que algunos países del bloque llegan con dudas por el reciente encarcelamiento de dos históricos opositores del Gobierno cubano.
La cita, que se celebra en Bruselas, servirá para cerrar el cuarto ciclo de diálogos políticos entre ambas partes y abrir el quinto, siguiendo el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC), un texto de 2016 para promover tanto las relaciones comerciales y diplomáticas como los derechos humanos.
Fuentes diplomáticas consultadas muestran un abanico de sensibilidades dentro de la UE, en su mayoría respaldando la posición pragmática que defendió recientemente la alta representante del bloque para Asuntos Exteriores y Seguridad, Kaja Kallas. Pero algún Estado miembro, más escéptico, pide una evaluación del acuerdo y sus resultados.
Kallas, al intervenir este mayo ante el Parlamento Europeo en un debate sobre Cuba, defendió el ADPC frente a quienes abogan por suspenderlo esgrimiendo una cláusula que lo prevé si se constatan violaciones de derechos humanos en la isla.
Reconoció que el acuerdo “no ha aportado” para el bloque tanto como se esperaba, pero consideró que actualmente es la “mejor baza de la UE” para promover sus valores e intereses, así como para apoyar “reformas” en la isla.
El ADPC, dijo, sigue siendo relevante para cumplir sus objetivos -“promover la reforma, fomentar el respeto de los derechos humanos y acompañar la modernización económica y social de Cuba”-, además de ser la herramienta para “abordar” las “diferencias” entre las partes, según citas de EFE.
Kallas, que lamentó la vuelta a prisión de Félix Navarro y José Daniel Ferrer, subrayó ante la Eurocámara que la UE apoya que los cubanos puedan “expresarse libremente y sin miedo”, y considera que “el Estado de derecho es incompatible con las detenciones arbitrarias”.
UE y Cuba seguirán buscando vías para impulsar comercio e inversiones
“Todos creemos que el pueblo cubano debe poder elegir a su Gobierno mediante elecciones libres y democráticas. La cuestión hoy es cómo nos comprometemos con Cuba. Debemos hacerlo sobre la base de nuestros valores y nuestros intereses”, indicó.
La alta representante pidió asimismo “considerar el contexto geopolítico más amplio”, pues La Habana mantiene una estrecha relación con Rusia y China, y agregó que el ADPC es “un medio parar contrarrestar la influencia de los actores globales”.
Sociedad civil
Las preocupaciones de distintos países de la UE tienen su eco en críticas de distintas ONG especializadas en derechos humanos en Cuba, que miran con escepticismo la relación bilateral.
El Observatorio Cubano de Derecho Humanos (OCDH), con sede en Madrid, lamentó recientemente la “visión desactualizada” de la UE sobre la realidad cubana, según subraya un reporte de EFE.
Criticó los “nulos resultados” del ADPC en materia de derechos humanos y pidió a la UE “mayor creatividad, firmeza y cambios en las estructuras relacionadas con Cuba”.
Por su parte, Prisoners Defenders, también con sede en Madrid, lamentó que Cuba tenga derecho, según el acuerdo consensuado, a vetar a representantes de la sociedad civil, lo que a su juicio ha logrado “condenar al fracaso al ADPC en cuanto a su más relevante objetivo, la protección de los derechos humanos”.
Esta ONG, uno de los referentes en el registro de presos por motivos políticos en Cuba, elevó en abril el número de presos por motivos políticos en la isla a 1155 personas.
A principios del pasado mes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba dio a conocer un comunicado de prensa en el que reiteraba que el Gobierno de la isla confía “en que el espíritu de diálogo y entendimiento que ha guiado este acuerdo se mantenga como el camino más efectivo para abordar cualquier diferencia, sin recurrir a enfoques que puedan dificultar el avance logrado hasta ahora”.
EFE / OnCuba.