Cuba anunció este viernes que está a punto de completar con éxito la cosecha de maíz transgénico en el centro del país y busca extender el proyecto a otras regiones para paliar el problema de la alimentación del ganado en medio de una fuerte crisis económica.
Específicamente, se trata de una cosecha de 384 hectáreas de maíz híbrido transgénico en la provincia de Sancti Spíritus con un rendimiento entre las 4,6 y las 6 toneladas por hectárea, informó el portal estatal Cubadebate.
Las semillas transgénicas –“de altísima calidad”, según el medio– se sembraron entre el 10 de abril y el 10 de mayo, y la cosecha está a punto de culminar con éxito, ya que más del 96 % de los granos se encuentran en condiciones óptimas.
El uso de organismos genéticamente modificados en la agricultura “permitirá sustituir importaciones y extender próximamente la experiencia a varias zonas de la geografía nacional”, expuso el portal estatal.
Cuba también busca extender el uso de semillas transgénicas a otros productos como la soja, igualmente prioritaria en la alimentación del ganado en un momento en el que escasea la carne en los mercados de todo el país.
De hecho, alimentar a cerdos, pollos y reses es todo un reto para el Estado cubano, que en los últimos cinco años, para paliar la insuficiente producción local, importó maíz por valor de unos mil millones de dólares, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
Junto con los problemas en la alimentación y ceba, también las sequías cíclicas que afectan a la Isla han provocado en los últimos años la merma de la cabaña ganadera del país.
Este nuevo avance en transgénicos llega en un momento de seria crisis económica en el país caribeño, fuertemente endeudado y con un marcado déficit en la balanza de pagos que ahora se agrava con el parón del turismo por la pandemia de la COVID-19 y las cada vez más duras sanciones comerciales y financieras de EE.UU.
¿Debe Cuba promover la introducción de organismos genéticamente modificados en la agricultura?
La profunda crisis que hoy atraviesa Cuba se traduce en escasez y desabastecimiento de gran parte de los productos básicos y largas colas para adquirir todo tipo de artículos.
Cuba importa más del 80 % de los alimentos que consumen sus 11,2 millones de habitantes, por lo que las autoridades buscan constantemente modos de paliar esa fuerte dependencia del exterior, entre ellos la creación y uso de organismos genéticamente modificados.
En 1996 científicos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba lograron las primeras plantas transgénicas producidas en un laboratorio local, mientras los ensayos para cultivar maíz transgénico comenzaron en 2009.