El proceso de reunificación monetaria ordenaría las finanzas e incrementaría los cambios econonómicos iniciados en 2008; pero no resolverá todos los problemas actuales de la economía cubana, considera Jessica León Mundul, profesora e investigadora del Centro de Estudios de la Economía Cubana, con sede en La Habana.
Las presiones inflacionarias y fiscales en los diferentes tipos de mercados, la compleja situación macroeconómica y la ausencia de prestamistas para enfrentar el proceso de cambios, constituyen algunas de las principales tensiones identificadas por la experta.
En una entrevista difundida en el semanario local Opciones, León Mundul señaló que actualmente se trabaja en determinar los ajustes en el sector empresarial, considerado como el de mayores problemas. Esto implicaría una devaluación necesaria para lograr el ajuste cambiario.
En marzo de 2014, El Ministerio de Finanzas y Precios cubano estableció regulaciones para la formulación de los precios mayoristas y minoristas por parte de las personas jurídicas que serán aplicados tras la reunificación monetaria.
Aunque no hay pronósticos exactos sobre la fecha de reunificación, León Mundul apuntó que hasta el momento se han hecho algunos experimentos en sectores como el turismo. En este caso, se permite que en sus compras al sector agropecuario -sea cooperativo o privado-, emplee una tasa distinta que oscila entre 7 y 10 pesos por cada CUC, lo que constituye una ventaja al ofrecer un mayor poder de compra.
Una vez que se fije la tasa definitiva “solo quedaría poner todos los precios de la economía acorde con la tasa de cambio que se determine, que no debe quedar a la deriva del vaivén del mercado sino que conlleva ir ajustando poco a poco”, añadió.
En Cuba circulan actualmente el peso nacional y el CUC, una moneda divisa equivalente a 24 pesos, que se introdujo a inicios de la década del 90, como parte de las transformaciones del país ante la profunda crisis económica que sobrevivino tras el derrumbe del campo socialista.