Aumentará la cooperación suiza en Cuba

Tras los estragos causados por el paso del huracán Irma en Cuba, Suiza busca movilizar un millón de francos y reprogramar actividades de su estrategia de cooperación con la Isla.

Las ayudas estarán dirigidas a la rehabilitación del país especialmente afectado por la disponibilidad de alimentos y frente a posibles brotes epidémicos.

“Gracias a las medidas preventivas excepcionales aplicadas por la Protección Civil –evacuación de 1,7 millones de personas, el 15 por ciento de la población total– las pérdidas humanas fueron limitadas: 10 personas”, anota el Ministerio suizo de Exteriores (DFAE). Sin embargo, los daños materiales fueron cuantiosos.

Trece provincias del país sufrieron daños, y particularmente 26 municipios de la costa norte fueron gravemente afectados.

Tras el paso del meteoro la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, COSUDE, destinó una contribución de urgencia de 500 000 francos (aproximadamente 500 000 dólares) para la distribución de productos alimenticios y de higiene.

Pero el incremento de la ayuda está dirigido a los estragos que ha causado Irma a mediano plazo, por un monto de un millón de francos para apoyar el sector agroalimentario y la construcción.

Más de 75 000 hectáreas de tierras productivas fueron destruidas, según informó el DFAE.

“Una vez que se agotan las existencias actuales de alimentos, cabe esperar una gran presión sobre la disponibilidad de alimentos básicos”, advierte.

Las instalaciones de producción porcina, apícola y avícola fueron gravemente afectadas con alrededor de 145 000 animales de granja perdidos y 250 000 m2 de tejados arrancados. Muchos cultivos de plátano, frijol y otras productos de temporada fueron bastante afectados.

En cuanto a la vivienda, las autoridades suizas reconocen que más de 220 000 instalaciones fueron total o parcialmente destruidas. Especialmente en los municipios más afectados por las inundaciones costeras y los fuertes vientos un número importante de residentes perdieron sus bienes de primera necesidad y 3,1 millones de personas no tienen acceso al agua potable corriente.

“El Gobierno (Defensa Civil) dio prueba de una reacción impresionante y eficaz: las operaciones inmediatas de limpieza, restablecimiento de agua y electricidad se llevaron a cabo en los 5 a 7 días posteriores al paso del huracán”, puntualiza el DFAE.