Las autoridades cubanas responsabilizaron a la compañía Bahamas Paradise por lo sucedido con uno de sus cruceros, impedido de entrar a La Habana hace dos días.
La Administración Marítima de Cuba explicó en una nota oficial que el buque Grand Classic “no atracó en el puerto de La Habana en su primera visita a Cuba, por haber modificado de manera unilateral la actividad inicialmente pactada y no cumplir los requisitos de precisión de la información y plazos establecidos para los trámites”.
La autoridad marítima responsabilizó “a los operadores por las consecuencias” y lamentó “lo sucedido”, sobre lo que, dijo, “han estado circulando especulaciones” en medios de prensa internacionales y las redes sociales.
El gobierno cubano dijo el 16 de febrero en una nota de la Administración Marítima de #Cuba que la prohibición de atraque en La Habana de un crucero proveniente de Estados Unidos se debió al incumplimiento de lo pactado por el buque. #EEUU #LaHabana pic.twitter.com/Cf9CZmBJqN
— CGTN Español (@cgtnenespanol) February 17, 2019
Bahamas Paradise había fletado su crucero a la agencia de viajes Viva Travel, con sede en Miami, la que vendió a sus clientes la posibilidad de que sus familiares en la Isla podrían abordar el barco y compartir con ellos en el mar los servicios del viaje, incluido un concierto con músicos cubanos.
La oferta, lanzada por el día de San Valentín en paquetes por 599 dólares, fue comprada por numerosos cubanos residentes en la Florida, entre ellos médicos que abandonaron sus misiones en el exterior –y que por ello son penalizados por el gobierno cubano con ocho años sin poder ingresar al país–, quienes esperaban encontrarse de esta forma con su familia.
Sin embargo, al barco no le fue permitido entrar a La Habana y debió continuar rumbo a las Bahamas, antes de regresar este lunes a su punto de partida en West Palm Beach.
La negativa de entrada provocó la protesta de los pasajeros –algunos de los cuales informaron sobre el hecho en sus perfiles de las redes sociales– y sus familiares en La Habana “en un confuso incidente que a dado pie a todo tipo de especulaciones” en la Isla y en la comunidad cubana en el exterior, de acuerdo con el diario puertorriqueño El Nuevo Día.
Este medio asegura que contactó con la agencia Viva Travel, la que confirmó lo sucedido y responsabilizó a las autoridades cubanas.
“El gobierno de Cuba no lo dejó entrar, sin razón. Teníamos todo firmado, permisos con los abogados de aquí y de allá… “, dijo a El Nuevo Día un funcionario de la agencia que se negó a revelar su nombre y aseguró que tomarían “acciones legales sobre el tema”.
La idea del crucero “estribaba en que los cubanos en la Isla podrían viajar con sus familiares en barco sin tener que solicitar visas de terceros países, porque el crucero sólo tocaría tierra en La Habana, primero para recogerlos y segundo para dejarlos, para luego regresar a la Florida”, según la publicación que, además, explica que “los cubanos pueden, teóricamente, viajar en barco desde 2016”.
Sin embargo, afirma, “eso no ocurrió, pues el diferendo procesal con las autoridades cubanas provocó que el barco permaneciera en altamar sin una solución clara por horas, hasta que finalmente se dio la vuelta y se fue sin poder atracar”.
“Debido a la negativa del gobierno cubano de entrar a La Habana sin una razón clara y con las aprobaciones de rigor vigentes, el viajer charter de Viva Travel en el Grand Classica fue dirigido a Nassau, Bahamas, para completar la ruta de cuatro días. La seguridad de los pasajeros continúa como nuestra máxima prioridad”, dijo la firma de cruceros en un comunicado citado por el diario puertoriqueño.
Ante el incidente, la Administración Marítima de Cuba aseguró que “decenas de miles de pasajeros arriban cada año a Cuba en buques de las principales navieras del mundo y de Estados Unidos sin dificultades, mostrando preferencias por los destinos cubanos”.
La industria de los cruceros ha experimentado un notable crecimiento en Cuba en los últimos años, tras la autorización a compañías estadounidenses a operar en la Isla por parte de la administración Obama.
Entre enero y octubre de 2018, más de 700 mil cruceristas visitaron Cuba, en su mayoría procedentes de Estados Unidos y Europa.