Autoridades de salud de Santiago de Cuba informaron sobre el estado de un niño arrollado por un tren días atrás y confirmaron una agresión sufrida por personal médico de esa provincia.
En dos publicaciones en Facebook este jueves, la Dirección Provincial de Salud de Santiago hizo referencia a ambos casos, que han tenido amplia repercusión esta semana en redes sociales y medios no oficiales.
Acerca del menor de 8 años accidentado el pasado sábado en la urbe santiaguera, la entidad explicó que “evoluciona favorablemente” y “responde satisfactoriamente a los tratamientos médicos”.
“Según informan los especialistas facultados, luego de dos intervenciones quirúrgicas, el paciente evoluciona favorablemente, por lo que este miércoles le fue retirada la ventilación mecánica, respira espontáneamente, además de iniciar con la dieta vía oral”, refiere el informe oficial.
La Dirección santiaguera de Salud afirmó que “con irrespeto al estado de salud del niño y el sentir familiar, el suceso se ha manipulado en espacios digitales” y repudió en su nota “a quienes, inescrupulosamemte, provocan estados deliberados de desinformación”.
A la par, reconoció al personal médico que atiende al niño en el Hospital Infantil Sur Antonio María Béguez César, de Santiago de Cuba, “por su entrega y valentía ante el desafío que representa la asistencia quirúrgica a infantes accidentados”.
Las autoridades sanitarias no revelan la identidad del menor ni ofrecen pormenores del accidente, aunque según publicaciones en las redes y medios no oficiales el niño se llama Carlos Alejandro y perdió una pierna como consecuencia del accidente, además de quedar en estado de gravedad.
El hecho, de acuerdo con esas fuentes, ocurrió en las vías férreas aledañas a la bodega ronera Don Pancho, en la Avenida Jesús Menéndez, cuando el niño jugaba en esa zona. En los últimos días había corrido un rumor sobre su fallecimiento, que se desmiente ahora con la información oficial.
Agresión en el Saturnino Lora
Una segunda publicación de la Dirección Provincial de Salud de Santiago de Cuba, informó sobre la agresión a personal médico santiaguero por parte de familiares de una paciente que era atendida en el Hospital Saturnino Lora, de esa ciudad.
El hecho, de acuerdo con la nota, ocurrió el pasado domingo en la Unidad Provincial de Urgencias y Emergencias de esa institución hospitalaria, “ocasionando la alteración en la tranquilidad de dolientes, acompañantes y trabajadores del centro”.
La paciente, que llegó sin conocimiento al hospital, “fue atendida según indican los protocolos sanitarios para estos casos”, refiere el informe a partir de una investigación realizada.
De acuerdo con el mismo, la mujer —cuya identidad ni sus datos generales se mencionan— “fue diagnosticada con Histeria de Conversión, lo cual no representaba peligro para su vida, no obstante se mantuvo bajo observación para tomarle los signos vitales cada media hora”.
“En todo momento los parámetros fueron normales y que los familiares recibieron información precisa y verídica sobre el estado de salud de la paciente”, añade el comunicado, según el cual “en un estado de euforia desmedida, causada por los efectos del consumo de bebidas alcohólicas, los acompañantes agredieron físicamente al personal médico a cargo de su cuidado”.
Las autoridades refieren que “tras recibir asistencia inmediata”, el estado de salud del personal médico atacado es “favorable”, y aseguran que “hechos como este son inaceptables en nuestra sociedad, que aboga por el respeto, el diálogo y el entendimiento mutuos”.
La información oficial no precisa cuántos profesionales de la salud fueron heridos en este episodio de violencia, ni explica sobre la envergadura de las heridas. Tampoco brinda detalles sobre lo sucedido con los agresores, si fueron detenidos o enfrentan cargos en la justicia.
Publicaciones en las redes han ofrecido distintas versiones del hecho y refirieron una amplia presencia policial en el hospital tras lo sucedido.
Además, diversos internautas han llamado la atención sobre las difíciles condiciones de los centros hospitalarios cubanos —con falta de medicamentos y otros recursos—, el estrés y la alteración frecuente de muchos cubanos por la prolongada crisis en la isla y la desprotección del personal sanitario, como catalizadores de hechos lamentables como este.