Redacción OnCuba
El Servicio Sismológico Nacional del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS) registró 12 806 terremotos en Cuba durante 2024, lo cual convirtió el año en el de mayor cantidad de vibraciones en la corteza terrestre advertidas, con gran perceptibilidad en la zona oriental del país.
Esto se debe, sobre todo, a los dos terremotos del 10 de noviembre y al del 23 de diciembre, apuntó desde Facebook Enrique Arango, director de dicho servicio sismológico.
El especialista apunta que se reportaron oficialmente en boletines informativos 20 terremotos perceptibles, 10 en la zona Santiago-Baconao, 5 en diferentes localidades del interior del país (Moa, Baracoa, Sibanicú y Varadero) y otros 5 en la zona de Pilón-Chivirico, “donde están incluidos los 3 terremotos fuertes”.
“Sin embargo, fueron sentidas una gran cantidad de réplicas de los terremotos fuertes que no fueron reportadas como perceptibles y por tal razón no se elaboró el correspondiente boletín informativo”, apunta.
Temblores a final de año
El 10 de noviembre el CENAIS registró un fuerte movimiento telúrico de 6 grados, al que siguió un segundo temblor, que superaba en potencia al anterior, con 6.7 grados.
Ambos fueron percibidos por el 100 % de los pobladores encuestados por especialistas del CENAIS, cuyos especialistas realizaban desde octubre mediciones para determinar las deformaciones de la corteza terrestre en varios sitios de la región oriental.
Casi al cerrar el año, otro sismo, con 6.1 grados de magnitud, volvió a estremecer al oriente cubano. Su centro fue reportado a 35 kilómetros de Chivirico, en Santiago de Cuba.
Según Arango, en texto escrito junto a Manuel A. Iturralde-Vinent, en Pilón y su entorno han ocurrido los sismos más fuertes de los últimos 90 años en Cuba.
Datos desde el 10 de noviembre
De los terremotos de noviembre se registraron un total de 8873 réplicas hasta el cierre de año; de ellas, un total de 143 sismos habían sido perceptibles.
Así mismo, del terremoto del 23 de diciembre se registraban 446 réplicas.
Además, Arango aporta los sitios donde la intensidad del sismo de noviembre fue mayor.
Según este registro, en Pilón, incluyendo los poblados de Mota y Marea del Portillo la intensidad fue mayor (VIII grados), pero también se hizo notable en Niquero, Media Luna, Campechuela, Manzanillo, Cayo Espino, Yara, Bartolomé Masó y Cauto Cristo.
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“La totalidad de los daños son consecuencia de las vulnerabilidades existentes, viviendas y edificios de interés socioeconómico construidos sin ningún reforzamiento estructural, muchos de ellos ya dañados por los terremotos del 19 de febrero de 1976 y del 25 de mayo de 1992 que no fueron rehabilitados”.
Los especialistas asumieron que los sismos con magnitud mayor a 2.5, “fueron sentidos por las personas que habitan los lugares más cercanos a estos epicentros”.
