Un proyecto para el enfrentamiento a los incendios forestales y la vulnerabilidad de los ecosistemas agrícolas en Cuba, cuenta con el financiamiento del Fondo Verde para el Clima y la asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El proyecto, implementado por el Ministerio de Agricultura, lleva por nombre “Resiliencia Climática en los Ecosistemas Agrícolas de Cuba” (IRES), y cuenta con una inversión de 38,2 millones de dólares, según informó el organismo internacional.
IRES busca contribuir con la respuesta anticipada a los incendios forestales y sus acciones se enfocan en siete municipios vulnerables a los efectos del cambio climático: Corralillo, Santo Domingo y Quemado de Güines en Villa Clara, Los Arabos en Matanzas, y Jobabo, Colombia y Amancio en Las Tunas.
La iniciativa incluye la educación ambiental comunitaria, el control de materiales inflamables y la instalación de señalizaciones a fin de proteger sistemas forestales y agroforestales que combinan el cultivo de especies maderables, frutales y árboles de sombra con cultivos varios y hortalizas, detalló la fuente.
Igualmente, IRES suministra equipamiento a las comunidades como motobombas portátiles para incendios forestales, mochilas extintoras de agua y kits para sofocar incendios de alta presión.
Además, facilita medios de protección para los bomberos forestales, tales como cascos, cubrenucas, botas, guantes y otros que soporten la radiación y las altas temperaturas.
IRES es el primer proyecto aprobado por el Fondo Verde para el Clima en Cuba y la cuarta iniciativa diseñada por la FAO en América Latina y el Caribe financiada por este fondo. El mismo contribuye al plan cubano para el enfrentamiento al cambio climático, conocido como Tarea Vida, así como con otras estrategias y normativas nacionales e internacionales sobre el tema.
Incendios forestales en Cuba
De acuerdo con la FAO, las condiciones climáticas extremas han aumentado la vulnerabilidad de los ecosistemas agrícolas en la isla y, con ello, la amenaza de los incendios forestales.
Dichos siniestros incrementan la deforestación de los suelos, la pérdida de la diversidad biológica y la cobertura vegetal, explicó el organismo de la ONU.
El organismo internacional afirma que el comportamiento histórico de estos hechos en Cuba evidencia una alta variabilidad tanto en su ocurrencia como en las afectaciones ocasionadas.
Solo entre los meses de febrero a mayo ocurre 83 % de los incendios en áreas rurales, con marzo y abril como los meses los de mayor peligrosidad en esas demarcaciones, ilustra el documento.
La Tercera Comunicación Nacional de Cuba a la Convención Marco de las Naciones Unidas de Cambio Climático contabilizó más de 600 zonas susceptibles a la ocurrencia de incendios. Ello se corresponde con unas 544 054 hectáreas, pertenecientes al patrimonio forestal, señala la FAO.
Para hacer frente a esta situación, el país caribeño cuenta con una estrategia de gestión y manejo que persigue “consolidar y cohesionar el sistema de protección contra incendios forestales y mantener en un rango mínimo permisible las afectaciones ocasionadas por estos siniestros”.
Abril y mayo, los meses más incendiarios para los bosques cubanos en 2024
En 2024
Los meses de abril y mayo reportaron las mayores cifras de incendios forestales en Cuba, con 220 en total, precisó en julio un reporte del Cuerpo de Guardabosques, citado por Granma.
Tal comportamiento interrumpió la tendencia histórica de marzo y abril como los meses de mayor número de siniestros y áreas afectadas, un cambio marcado por situaciones meteorológicas adversas, por la influencia del fenómeno El Niño, en la categoría de moderado a fuerte.
Al concluir la Campaña de Protección Contra Incendios Forestales 2024, desarrollada en los primeros cinco meses del año, considerado el periodo crítico de ocurrencia de esos eventos, se reportaron 326 eventos de esa naturaleza, que afectaron cerca de 3 000 hectáreas de bosques.
Los territorios con mayor reporte de siniestros entre enero y mayo fueron Pinar del Río (90), el municipio especial Isla de la Juventud (46), Holguín (34) y Matanzas (30).
Los Guardabosques apuntaron que el 86,48 % de esos incendios fueron controlados “antes de que afectaran las cinco hectáreas”.
Más del 95 % de los incendios forestales se originan fundamentalmente por la acción humana debido a la quema de potreros, la caza furtiva y la irresponsabilidad de los transeúntes.