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Cerca del 48 % del territorio cubano experimentará apagones eléctricos este domingo, según estimaciones de la Unión Eléctrica (UNE), debido a la crisis energética estructural que atraviesa el país y a los daños causados por el huracán Melissa en la infraestructura del oriente de la isla.
El parte diario de la empresa estatal calcula una demanda máxima de 2.870 megavatios (MW) y una disponibilidad de apenas 1.560 MW en el horario pico de la tarde-noche. Esto representa un déficit de 1.310 MW y una afectación programada de 1.380 MW, aunque la UNE advirtió que las cifras reales podrían superar ese pronóstico.
De acuerdo con información de la agencia EFE, siete de las 16 unidades termoeléctricas del país permanecen fuera de servicio por averías o mantenimiento, entre ellas la Antonio Guiteras, el mayor bloque de generación nacional, que seguirá paralizada varios días. A ello se suman 54 motores de generación distribuida inactivos por falta de combustible o lubricantes.
El huracán Melissa, que azotó el oriente cubano con vientos de hasta 200 kilómetros por hora y lluvias que superaron los 400 milímetros en algunas zonas, dejó sin fluido eléctrico a la mayoría de los 3,5 millones de habitantes de las provincias de Granma, Santiago de Cuba, Holguín, Guantánamo y Las Tunas.
Hasta el momento se ha restablecido el 64 % del servicio eléctrico en esa región, aunque Santiago de Cuba sigue siendo la provincia más afectada, con apenas un 13 % de recuperación reportado el pasado viernes, según datos oficiales.
La crisis energética se arrastra desde hace más de un año, con tasas de déficit de generación cercanas o superiores al 50 % y apagones de más de 20 horas diarias en varias zonas del país. En lo que va de 2025, Cuba ha sufrido cinco apagones nacionales, el último en septiembre.
Las caídas ¿inevitables? del sistema eléctrico nacional en Cuba
Las termoeléctricas cubanas, base del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), se encuentran en estado obsoleto tras décadas de explotación y escasez de inversión. El programa solar gubernamental, que ha incorporado 32 parques fotovoltaicos este año, contribuye parcialmente a la generación diurna, aunque carece de baterías de almacenamiento, por lo que no alivia la demanda nocturna.
Mientras expertos independientes atribuyen la crisis a la infrafinanciación estructural del sector energético estatal, el Gobierno cubano insiste en que las sanciones de Estados Unidos agravan la situación, provocando lo que califica como una “asfixia energética”.
Diversas estimaciones coinciden en que reflotar el sistema eléctrico requeriría entre 8 mil y 10 mil millones de dólares, una cifra inalcanzable para la actual capacidad financiera del país.
La crisis eléctrica tiene también un impacto directo en la economía, que se contrajo un 1,1 % en 2024 y acumula una caída del 11 % en los últimos cinco años, según cifras oficiales. La CEPAL prevé que el PIB cubano vuelva a cerrar en negativo en 2025.
Los cortes de energía, además, han intensificado el descontento social, vinculado a varias protestas ciudadanas en los últimos años, desde las masivas manifestaciones de julio de 2021 hasta episodios recientes en La Habana y Gibara.
EFE/OnCuba











