Imagen: Luises franceses.
Decir que la dualidad monetaria va a cumplir cien años en 2014 puede parecer una broma de mal gusto o una locura. Pero al revisar la historia de Cuba, se puede comprobar que los orígenes de la doble moneda se hallan mucho antes de los años del Período Especial.
El 28 de diciembre de 1898, el entonces presidente de los Estados Unidos, William McKinley, decretó por medio de una orden ejecutiva el uso del dólar como moneda de curso legal en Cuba, definiendo las tasas de cambio también respecto a los alfonsines españoles y luises franceses que circulaban en la Isla.
Tres días después, el primero de enero de 1899, el dinero norteamericano se metió en Cuba casi por la fuerza, junto a los soldados estadounidenses de la primera intervención militar en la Isla. Desembarcó un nuevo gobierno con su nuevo dinero.
Con este decreto, McKinley dispuso una nueva regulación financiera en Cuba, devaluando las monedas que históricamente circulaban en la ex colonia española y facilitando el uso del dólar estadounidense, según la interpretación del Decreto presidencial 123 de 1989 que hizo la historiadora cubana Concepción Planos Viñals.
Todavía no existía el peso cubano y los salarios se pagaban con lo que había: moneda francesa y española. Entró el circulante norteamericano y dio lugar a un menage à trois financiero bastante incómodo que provocó hasta huelgas (en 1907, los tabacaleros de La Habana se declararon en paro y se negaron a volver a sus puestos a menos que les pagaran en dólares).
Cuba no tuvo moneda nacional propia hasta finales de 1914, cuando el presidente Mario García Menocal dejó a la posteridad un legado que sigue en el bolsillo de cada hombre y mujer que vive en la Isla: el peso cubano y un sistema monetario dual.
La Gaceta Oficial del 7 de noviembre de ese año anunció la creación del peso cubano y también la continuación del uso del dólar como moneda de curso legal ilimitado, y con el mismo valor que el nuevo circulante.
Para el historiador Alejandro García Álvarez “la conversión de las relaciones monetarias en un todo homogéneo y su unificación bajo un patrón monetario nacional, había constituido
una aspiración de varios sectores sociales cubanos, sobre todo a partir de la incorporación de otra unidad, la norteamericana, en 1899.”
Sin embargo, García Álvarez opina que el sistema monetario creado por Menocal funcionaba como un mero auxiliar del norteamericano. “El decreto de creación dotó a ambas monedas de circulación ilimitada en el país y de la posibilidad de ser intercambiables.”
La creación del peso cubano incluyó la “asimilación del patrón bimonetario que predominó en la isla hasta 1959.” En la práctica, el decreto firmado por el presidente McKinley el 28 de diciembre de 1898 se mantuvo vigente durante más de medio siglo.
Pero McKinley solo introdujo el dólar por la fuerza. El origen de la dualidad monetaria está en el año 1914, cuando el peso de Cuba surge hermanado con el dólar. La ley que dio a luz a la moneda cubana la establecía con “el mismo peso y ley” del dólar de la época, según escribió en un artículo sobre la dolarización en Cuba el investigador cubano Luis René Fernández Tabío, del Centro de Estudios sobre Estados Unidos.
Oscar Zanetti Lecuona, historiador especializado en temas económicos, reafirma esa tesis de una forma más coloquial. “El peso empieza amarrado al dólar desde su creación y siempre se trató de mantener esa paridad.” Agrega que uno de los factores a los cuales se atribuye el crack bancario de 1920 en Cuba era la ausencia de una moneda propia efectiva que devaluar.
Con o sin pesos, el cubano a la primera mitad del siglo veinte prefería el dólar; aunque, en la práctica, no había diferencia real entre la moneda del escudo cubano y la del águila.
El historiador Gregorio Collazo Pérez señala que en los años veinte “la nueva moneda cubana, que tenía igual contenido en oro al dólar norteamericano de ese metal, fue desplazada de manera progresiva por el papel moneda norteamericano, el cual, en 1924, formaba parte del 86,8% del stock monetario de la nación, mientras que las monedas cubanas de oro, plata y níquel, solo engrosaban el 13% de este.”
No hubo billetes del peso cubano hasta después del decreto 33, de marzo de 1934. Pero solo a partir de 1939 se obligó, por ley, el canje a la moneda nacional de las ventas del azúcar y de sus derivados, así como el 30% de los productos exportados.
Tras la turbulencia política de los años treinta, se fijó la paridad de ambas monedas. Uno a uno, como en 1914. La doble circulación continuó en años posteriores, pues un peso y un dólar eran, al final, “la misma cosa”. Todavía en 1942 parte del cobro de los impuestos se hizo en dólares y hasta los salarios gubernamentales se pagaban en esa moneda.
El dólar continuó circulando de mano con el peso hasta que el Banco Nacional de Cuba los divorció. La Ley No. 13 de 1948 creó la banca central de la isla y mató la dualidad. “Dada la solidez alcanzada por el peso, en dicha ley se determinó también que cesara la fuerza liberatoria del dólar para las transacciones internas”, según publicó la Revista del Banco Central de Cuba en un artículo sobre la historia de los regímenes cambiarios del peso cubano.
Triunfa la Revolución de 1959 y la tenencia del dólar estadounidense se penaliza con la Resolución 140 de 1961. Pero persiste la paridad en la tasa oficial, aunque esta fluctuó entre 0,82 y 1,15 pesos cubanos por dólar, hasta que en los noventa se estableció una cantidad fija que es la vigente. Otra vez, uno a uno. Un peso por un dólar.
El propio Ernesto “Che” Guevara, siendo Presidente del Banco Central de Cuba, afirmó que defendería “el valor de nuestra moneda porque cualquier devaluación incide fundamentalmente sobre las clases populares, lo que sería contrario a nuestras normas revolucionarias.”
Oscar Zanetti lo define de otra forma. “Que el peso cubano estuviera en paridad con el dólar fue, en la mentalidad de la época, en la mentalidad que heredaba la Revolución y que tienen sus dirigentes, un valor esencial del funcionamiento económico de la República. La paridad del peso-dólar se mantuvo hasta anteayer sobre bases ficticias. El problema de la dualidad monetaria en Cuba es la existencia de una tasa de cambio irreal en el sector empresarial de la economía.”
En un tono un tanto informal, el economista cubano Juan Triana Cordoví comentó que “siempre hablamos de la doble circulación monetaria, de la sobrevaluación de la tasa oficial de cambio oficial de Cuba; pero la sobrevaluación de la tasa oficial del peso cubano viene desde 1958, que era cuando Cuba tenía que haber devaluado su moneda y el Banco Central no quiso, por un problema de déficit en su balance comercial.”
El 13 de agosto de 1993 se despenaliza el dólar. Dos años después, se abren las primeras CADECA (casas de cambio). La tasa oficial de cambio queda exclusivamente para las empresas. Las CADECA abrieron estrenando la primera tasa de cambio conectada con el estado real de la economía: cada dólar costaba 35 pesos.
Aunque el dólar ya no circula en la economía cubana, tiene un sustituto que no se le parece, pero que lo suplanta: el peso convertible, que también se cambia uno por uno.
Una de las autoridades más consultadas en el tema de la política monetaria cubana, Pavel Vidal Alejandro, ex especialista del Banco Central de Cuba, recetó una solución tajante para eliminar la dualidad monetaria: devaluar la tasa de cambio oficial del peso cubano (uno a uno), unificarla con la tasa de cambio en CADECA (25 pesos cubanos por un peso convertible) y darle convertibilidad al peso cubano.
Vidal Alejandro plantea que la eliminación de la doble moneda se hubiese podido realizar en el año 2003, junto a la desdolarización, si hubiese sido posible cambiar todos los dólares al precio de las CADECA, si hubiese sido ese el único precio vigente.
El problema real de la dualidad monetaria es la existencia de dos tasas de cambio o, más bien, la existencia de una tasa de cambio desproporcionalmente revaluada, que no refleja el estado real de la economía, sino que es rezago de un error cometido hace casi cien años.
Muy bueno este articulo,sobre todo para aquellos que piensan que la estafa de la pariedad de el peso cubano con el dolar es un invento de los comunistas..resulta que esa estafa cumple cien años…
En ese tiempo tenian el mismo valor monetario, un peso cubano equivalia a un dolar americano,es mas, el peso cubano llego a valer un centavo mas que el dolar, no como ahora que la diferencia al cambio es muy alta.
Desde la creacion de el peso cubano en 1914 su dualidad con el dolar fue por decreto de los gobiernos de turno,al menos eso es lo que yo pude leer en esta publicacion.
Puede ser por decreto, pero si hubiera estado muy lejos de la realidad no hubiera demorado en surgir un dólar paralelo, como en Venezuela actualmente.
Cuando el dollar equivalia a un peso en ese tiempo o quizas mas el peso (y debo senalar que en los 80 el peso llego a valer mas que en aquella epoca, 7 centavos mas quizas), es algo que algunos vienen repitiendo sin una base muy solida, en esa epoca no existia en el mundo una flotacion del dollar contra las monedas internacionales como existe hoy, mas bien era por la razon que se explica en este articulo y una reserva extra que existia sin una base quizas muy profundamente economica.
Hay que ver algo, cual era realmente el salario medio (poder adquisitivo) de los trabajadores, en Cuba, casi la mitad de la fuerza laboral , una gran parte en la industria azucarera donde habia un tiempo muerto de no zafra muy grande ganaban un percapita muy bajo dando como resultado una gran pobreza en casi toda Cuba con la excepcion de Habana, si queremos ver esto en la economia mundial hoy un pais como Republica Domenicana su moneda cotiza a menos pesos que la chilena, sin embargo en Chile el salario medio es mayor y su economia mas fuerte con una mayor poder adquisitivo de sus trabajadores, tambien con diferencias entre los sectores, pero si mayor que en la republica domenicana.
O sea, en Cuba como en cualquier país circulaban la moneda nacional, que era una sola, el Peso Cubano, y algunas monedas extranjeras de valor comercial.
PERO NUNCA hubo dos Pesos Cubanos diferentes, con diferentes diseños, diferentes colores y diferente valor.
La dualidad monetaria no se refiere a la presencia de moneda extranjera en un país, sino a que un país emita dos monedas propias. ¿Dónde tiene su origen eso?
Muy atinado Pavel Vidal, la manera es volver a darle al Peso Cubano su convertibilidad y eliminar la no-moneda, el engendro llamado CUC que solo sirve para disimular la casi nula capacidad adquisitiva del peso cubano.
el doctor frankestein dijo sobre la criatura a la que le había dado vida: he creado un mostruo. me parece que es una metáfora muy buena para describir lo del cuc. se creó a finales de los ’80s para que funcionara en un marco de “mercado cuativo”. después en los ’90s comenzó a crecer y se escapó de las fronteras que le habían asignado. ahora no sabemos qué diablos hacer con él, entre otras cosas porque un grupo de empresas comercian con ellos -por ejemplo, nuestras corporaciones-, muchas empresas tienen sus principales activos y operaciones en esa moneda, el cuc acorrala la inflación -para que entiendan esto los que son neófitos en economía, remítanse a la evolución del precio de los pomos de champú four seasons – a los trabajadores le dábamos estimulación en cuc, creamos relaciones mercantiles sobre la base del cuc, que por demás, ya no es ni tan convertible como antes. es como al susodicho dr. frankestein, se le escapó el monstruo de entre las manos. pero el precio político de quitar el cuc y ponerlo todo en cup a 25×1 es indecible, sacaría a flote una cantidad de contradicciones en nuestra sociedad que pa’ qué te cuento. me parece que por allá arriba nadie está en tan mal estado mental como para hacerlo en pocos meses. creo que tendremos cuc para rato…