Alrededor de 50 especies marinas cubanas con valor patrimonial ecológico fueron confiscadas por especialistas de la Aduana General de la República, frenando así un intento de tráfico ilegal, reportan medios oficiales de la Isla.
Los especímenes (un hipocampo, once corales mar y 34 caracoles marinos), encierran gran importancia para el ecosistema marino nacional por encontrarse en peligro de extinción, su endemismo y su nivel de representación de los diversos hábitats costeros del archipiélago nacional.
“Todos estos especímenes están protegidos en las leyes cubanas, y su exportación o comercio ilegal constituye una violación recogida en la Resolución 160 del 2011 del Citma; la cual plantea el control y protección de variedades con una alta significación para la diversidad biológica en el país”, comenta a la fuente Yudnier Cepero González, director de la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental (Orsa), perteneciente al Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
Especialistas del Citma aseguran que en el territorio nacional habitan diversos especímenes de la flora y la fauna en peligro inminente de extinción, como es el caso del cocodrilo cubano, la jutía conga, el manatí o el zunzún, debido a la caza indiscriminada o la destrucción de sus hábitats.
Cepero González añade, según la nota publicada por el medio estatal Juventud Rebelde, que la Orsa dona los ejemplares incautados a varias instituciones e instalaciones dedicadas a la investigación científica, además de entregarlos a los museos del territorio, donde se conservan varias colecciones de la flora y la fauna cubana para su exhibición y estudio.