Un incendio forestal ha devorado más de 80 hectáreas de bosques en una zona montañosa de Guantánamo.
El fuego se originó hace unas jornadas en una zona conocida como La Culebra, en las montañas de Ojo de Agua, sitio boscoso de interés forestal con terreno abrupto y de difícil acceso, en el municipio Niceto Pérez, según informó Venceremos.
De acuerdo con el medio, hacía más de 35 años que no ocurría en esa zona un siniestro de este tipo, al que califica como de “alta proporción”.
Las llamas se han propagado con rapidez favorecidas por la persistente sequía en la región, añade el reporte.
El incendio es combatido por fuerzas combinadas del Cuerpo de Guardabosques, la empresa Forestal, las Fuerzas Armadas, el Ministerio del Interior, la Cruz Roja y voluntarios locales.
El jefe del grupo de protección del cuerpo de guardabosques de Guantánamo, Rafael Wilson Castellanos, explicó que las altas temperaturas actuales, la baja humedad relativa y las características topográficas de la zona hacen complejas las labores de extinción en las que participan más de 100 efectivos y medios para su control.
No obstante, las autoridades guantanameras han indicado que el incendio “no ofrece ningún peligro para la población”.
Previamente, Radio Guantánamo había informado que el fuego se estaba extendiendo hacia localidades limítrofes con la provincia de Santiago de Cuba y que para su combate se estaba aplicando el método de Trocha Cortafuego debido a que el siniestro estaba fuera de control y la zona, catalogada como de difícil acceso, padecía de déficit de agua.
Semanas atrás, el Cuerpo de Guadabosques informó que entre enero y mayo de este año se habían registrado en el país 290 incendios forestales, ocasionados por diversos motivos.
Estos siniestros devoraron un total de 9456,98 hectáreas de bosques, en su mayoría plantados y las mayores incidencias se concentraron en cinco territorios, encabezados por la provincia de Pinar del Río, donde se originaron 97 hechos de este tipo.
La época más crítica para los incendios forestales en Cuba abarca justamente entre enero a mayo, que coincide con la época seca, según la entidad.
Por lo general, sus causas se atribuyen a la sequía, el impacto de otros fenómenos meteorológicos, el cambio climático, la acumulación de material combustible y las negligencias como las quemas para varios fines, fumadores y transeúntes irresponsables, la circulación de vehículos sin mata-chispas, cazadores y pescadores furtivos y castradores ilegales de colmenas.