El ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal, reconoció este sábado que 2021 fue el año “más duro” para el sector “en las últimas décadas” debido a la pandemia de la COVID-19, aunque destacó el trabajo del personal sanitario en ese escenario.
El titular, citado por el medio oficial Cubadebate, recordó que la circulación de la variante Delta del coronavirus —cuyo primer caso en el país se detectó en marzo de 2020— derivó en un complejo panorama epidemiológico durante los pasados julio y agosto.
Portal consideró como un avance del sistema de salud el alto nivel de inmunización en la población cubana, donde cerca del 90% de los 11.2 millones de habitantes tiene al menos una dosis de las tres vacunas, de factura nacional, contra la COVID-19.
Sin embargo, culpó a la crisis generada por la pandemia y al “recrudecimiento” del embargo económico estadounidense del impacto “sensible” en la “disponibilidad de recursos y en indicadores de salud de la población”.
El año pasado, “aumentó el número de defunciones en todos los territorios del país, siendo el grupo etario de 60 años el más afectado”, afirmó. Añadió que “la COVID-19 incidió negativamente en las tasas de mortalidad infantil y materna registradas”.
El informe reconoce además “las faltas y bajas coberturas de medicamentos, insumos médicos, diagnosticadores, material gastable” y “problemas en la infraestructura tecnológica, obsolescencia y rotura de equipos”.
Portal Miranda destacó que, en el sector de la salud, el país cuenta con alrededor de 510 700 trabajadores, de los cuales el 69% son mujeres y más de 260 000 son profesionales, pero aun la gestión hospitalaria muestra dificultades a causa de las medidas adoptadas para el enfrentamiento de la pandemia y “no se logra cubrir la demanda de los servicios electivos”, producto del “déficit de recursos médicos, organizativos y al incumplimiento de algunos servicios con brechas en la seguridad de atención al paciente”.
Efe/OnCuba.