La Fiebre de Oropouche ha comenzado a extenderse en Cuba.
Tras la confirmación de la enfermedad a finales de mayo en zonas de Santiago de Cuba y su casi inmediata detección en varios municipios de Cienfuegos, este martes se reportó la presencia de casos en la provincia de Mayabeque.
La dolencia infecciosa fue detectada en el municipio mayabequense de San Nicolás, de acuerdo con el Dr. Ramón Aguilar Castillo, director de Salud Pública en el territorio.
Según sus declaraciones a la emisora Radio Mayabeque, el virus fue hallado “mediante acciones de seguimiento y vigilancia de síndromes febriles inespecíficos, a partir de muestras estudiadas en el laboratorio nacional de referencia del Instituto Pedro Kourí (IPK)”.
Aguilar Castillo explicó al medio que, tras la confirmación de la Fiebre de Oropouche en San Nicolás, “se comenzaron a desarrollar acciones entomo-epidemiológicas para cortar la cadena de transmisión y lograr el control de la enfermedad en el menor tiempo posible”.
Según el directivo, en esa localidad se han trazado “estrategias para combatir dicha enfermedad en los Consejos Populares de la zona urbana Norte y Sur donde posteriormente laboraran en asentamientos rurales, específicamente en tareas de fumigación”.
El especialista exhortó a la población a reforzar la higienización y eliminar microvertederos y otros lugares donde pueden reproducirse los vectores que transmiten el virus: el jején Culicoides paraensis —hasta el momento no detectado en Cuba— y el mosquito Culex quinquefasciatus, de amplia distribución en la isla.
Igualmente, insistió en la prevención como “la mejor arma” contra la Fiebre de Oropouche.
Detección en tiempos de crisis
Los reportes de casos de la Fiebre de Oropouche en Cuba ocurren en momentos en que a isla atraviesa una severa crisis económica y su población es golpeada por la carencia y el encarecimiento de productos básicos, como alimentos y medicinas, y por continuos apagones.
En este complejo escenario, el sistema de salud sufre la falta de medicinas e insumos necesarios y también el éxodo de profesionales hacia el exterior u otros sectores, en busca de mejores condiciones económicas.
Ello, unido a las afectaciones en la higiene pública por el déficit de equipos y combustible, las roturas y salideros de instalaciones hidráulicas, y la habitual movilidad de muchas personas a lo largo de la isla, enciende las alarmas epidemiológicas en el país.
Al respecto, en una reciente intervención televisiva, el Dr. Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Minsap y especialista asiduo en los medios cubanos durante la pandemia de COVID-19, alertó sobre la importancia de combatir al mosquito para frenar el avance del virus.
Reaparece en televisión el doctor Durán por Fiebre de Oropouche en Santiago de Cuba
Hasta el momento, las autoridades sanitarias del país aseguran que “no se han reportado casos graves, críticos, ni fallecidos”, en los lugares en que la enfermedad ha sido confirmada.
Según la información difundida tras la detección de la Fiebre de Oropouche, su cuadro clínico es “leve” —aunque algunos reportes en las redes refieren una mayor fuerza y duración en enfermos cubanos—, y está precedido por un periodo de incubación de 5 a 7 días.
La dolencia provoca fiebre, dolores de cabeza, musculares y articulares, y en ocasiones también se reportan vómitos y diarreas. Sus síntomas hacen que pueda confundirse con otras dolencias infecciosas como el dengue y el zika.
Los expertos avisan que no existe un tratamiento específico para la enfermedad, solo medidas generales para aliviar los síntomas, apunta el aviso sanitario.
De acuerdo con fuentes especializadas, el virus fue aislado por primera vez en Trinidad y Tobago, en una zona conocida como Oropouche, de la que toma su nombre en 1955.
En este momento la región de las Américas está viviendo un alza de la enfermedad. Según una reciente alerta epidemiológica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en lo que va de año se han notificado más de 5 mil casos, principalmente en Bolivia, Brasil, Colombia y Perú.