Cimafunk aprendió a cambiar sin dejar de ser él mismo. El músico regresó al escenario discográfico con un EP que confirma su poderío para leer las bases fundamentales de la música cubana e incorporar esas lecturas a la energía crispante de las influencias del jazz, el funk y otros ritmos de raíz negra que habitan ese abrasivo teatro musical que es su obra.
Su regreso discográfico era uno de los más esperados en la actualidad musical cubana. Con su debut se puso el listón muy alto y se situó como una revelación en la cresta de la ola de la cultura sonora del país. Ya situado entre lo más granado de la música cubana, sabía que tras ese aclamado arranque debía preparar un material que estuviera a la altura de su ímpetu inicial y mantuviera su autonomía y pegada en la primera fila de la contemporaneidad sonora de la isla. Nada fácil si tomamos como punto de partida el empuje de hits como Me voy y Paciente.
Es muy pronto para asegurar el éxito de temas como Cun Cun Prá (que da nombre al EP) , o La Papa, otro de los contenidos en su nueva producción, sin embargo la dinámica abrasiva que atraviesa la pulsación de estos temas y su maquinal fervor pueden convertirlos en otros de los caballos de batalla de su repertorio.
En este nuevo EP Cimafunk continúa esa obra que se ha afianzado gracias a su facilidad para moverse entre la épica y la potencia de las relecturas que se ha impuesto de la música cubana. Esa evidente demarcación en que se ha situado se renueva en Cun Cun Prá, un material que se puede disfrutar lo mismo haciendo el café en la cocina que con unos audífonos entregándose al efervescente ritmo de la ciudad o en el centro de la pista de baile, el escenario consagratorio definitivo de su nueva producción.
Cun Cun Prá es un caleidoscopio rítmico en que Cimafunk confirma que el éxito de su debut no fue un golpe de suerte. El EP marca un importante punto en la evolución de este músico, profundiza en el mestizaje estilístico de su obra y la abre en mayor grado hacia territorios sonoros que exploró en su primer álbum, pero que ahora en su regreso cobran mayor dimensión.
Cimafunk trata de que solo en un instante el futuro y el pasado de la música cubana se hagan eternos. No se trata para él de rendir una oda a lo efímero, sino que la intensidad de ese momento quede certificada para siempre en canciones que renuevan la fortaleza y vigencia de la música cubana y sobre las que el tiempo tendrá, no obstante, la última palabra.
Lo cierto es que las señales evidenciadas en su nuevo EP ejemplifican sus intenciones de consolidarse en un terreno de la música cubana que ha aprendido a dominar a plenitud, con referentes anclados en una tradición musical a la que ha incorporado la contemporaneidad sonora del mundo, con el fervor estilizado del espíritu del barrio y los lenguajes que bullen en una parte del pueblo cubano.
El balance entre la música cubana y las conexiones que establece con sus referentes internacionales, es otra de las ganancias de su nuevo material. Esa relación queda establecida desde Cun Cun Prá, un tema que canaliza como ningún otro en el EP las influencias sobre las que ha aprendido a surfear Cimafunk para respirar con un aliento propio en la música cubana.
Desde funk, soul, jazz hasta reminiscencias de la música disco de los 80 atraviesan este tema que es una de las joyas de la corona del EP.
Hay propuestas mas reposadas como la versión de Parar el tiempo grabada junto a la cantante Salma; una canción en la que ambos se fusionan con garbo y naturalidad en un paisaje rítmico que deja a un lado la inducción impetuosa del resto de los temas del EP. Es un tema hilvanado sobre todo con la calidez emocional que alcanzan ambos cantantes.
La Papa es otra de las canciones que enfatizan la capacidad de expansión de Cimafunk y las cualidades interpretativas de Diana Fuentes, atributos que en los últimos tiempos la cantante no ha desarrollado en todo su esplendor por las características de la música que se ha encontrado defendiendo. Las oleadas rítmicas que definen este EP alcanzan otro de sus picos con el ya conocido Potaje, — una poderosa fusión en la que participaron leyendas como la Orquesta Aragón y Omara Portoundo- y Caliente, un tema ejecutado junto a la tropa Nueva Orleans The Soul Rebels y Tarriona Bell.
Caliente no solo es una obra fundamental en el EP sino que muestra en toda su dimensión los puentes narrativos que ha establecido Cimafunk con una obra que tiene los pies en Cuba y la mirada en el universo.