La empresa agroindustrial Ceballos, enclavada en la provincia de Ciego de Ávila, confirmó que las latas de pasta de tomate comercializadas bajo su sello en varias provincias, y que generaron quejas por su pésima calidad, no proceden de la entidad.
La directora de la Comercializadora de la Agroindustrial Ceballos, Arliety Gutiérrez Pérez, dijo al periódico Invasor que a partir del supuesto número de lote y folio, y la fecha de fabricación de las latas mostradas en las denuncias, se podía poner en entredicho la veracidad del producto.
El hecho tomó connotación cuando un residente en Santiago de Cuba compró el pasado mes de febrero una lata de pasta de tomate, confiando en que la etiqueta de esta empresa garantizaba la calidad del producto.
Sin embargo, y según el post publicado en su perfil de Facebook junto a las fotos del envase, “no era pasta, sino puré”, y “sabía a frutabomba y a algo picante”.
Al respecto, Gutiérrez Pérez explicó a la periodista Sayli Sosa que la numeración del lote y del folio apreciada en la foto de la denuncia era apenas un garabato ininteligible. Agregó que, aunque en la fecha estaba marcado el mes de enero, la serie de la etiqueta llegaba hasta 2017.
Para argumentar que se trataba de una falsificación, la directiva añadió cifras de producción y distribución, dejando claro que el producto fabricado por ellos no fue comercializado durante los últimos dos años en redes minoristas.
Un amigo me pidió halar la madeja de una pasta de tomate que no sabía a tomate, que según la etiqueta decía ser de la empresa @dcballos; pasándome el dolor de cabeza y la encomienda de llegar hasta el final de la estafa. #CiegodeAvila #Opinón @rocdecubanohttps://t.co/Hlb8CJm8JU
— Periódico Invasor (@Invasorpress) March 7, 2023
Según el texto, “las ventas de la Pasta de Tomate en 2021 estuvieron en el orden de las 44 429 latas, de ellas 23 000 destinadas al Turismo, y el resto a la venta mayorista. En 2022 la Empresa sólo produjo un total de 19 795 latas, de ellas 16 325 comercializadas directamente con el Turismo y clientes que retornan capacidad líquida; el resto se destinó a la comercialización mayorista”.
En el caso del Puré de Tomate, desde la empresa aseguraron que “en 2021 no se produjo en formato de 3.2 kilogramos. En 2022 se envasaron 35 811 latas, destinadas fundamentalmente al Turismo, con ventas concentradas en los meses de junio, julio, agosto y septiembre”.
DCballos y las falsificaciones
Gutiérrez Pérez afirma a la publicación que el auge de la marca DCballos y su presencia en casi todo el país antes de la COVID-19 fue aprovechada “por elementos inescrupulosos que han introducido un producto que no es nuestro con nuestra marca comercial. No es la primera vez que la Empresa Agroindustrial Ceballos se ve envuelta en una situación de plagio”.
Para evitar las primeras situaciones de este tipo, que datan de 2014, la empresa comenzó a imprimir marcas en la tapa de los envases (aunque no pudo sostenerlo en el tiempo) y fortaleció sus mecanismos de acción ante denuncias de los consumidores, así como certificó con la norma ISO 9001 todas sus producciones.
Sin embargo, el propio medio reconoce que se han recibido reportes de casos de falsificación de clientes residentes en otras provincias, como La Habana, Camagüey, e incluso Ciego de Ávila.
Interrogantes
Para la autora del artículo “La estafa de la pasta de tomate”es evidente que se empleó la etiqueta diseñada para Ceballos en un producto falso, y destaca que queda sin respuesta la interrogante de si la etiqueta salió de la entidad o del lugar donde se imprime. Tampoco se conoce el momento en que pudo haber sucedido la extracción.
La periodista también señala que “queda en el aire el sentido de la indefensión de clientes poco instruidos, necesitados o confiados ante delitos de esta naturaleza”.
Además, cuestiona “la escasísima observancia de las autoridades locales, que permiten las ventas directas de productos sin exigir documentos mínimos, como facturas, declaración de conformidad o lugar de procedencia”, así como “el prestigio de una empresa avileña cuya marca comercial funge casi como denominación de origen para la provincia”.
El puré de tomate es uno de los productos más demandados por la población cubana, dada su utilidad para la preparación de los alimentos a partir de recetas y modos que imperan en la dieta y las costumbres gastronómicas de la isla.
Su escasez le ha convertido en un producto altamente cotizado, dada la incapacidad de la industria nacional para cubrir la alta demanda existente, y el hecho de que sólo se comercialice con regularidad en las tiendas que operan en Moneda Libremente Convertible (MLC) con precios inalcansables para la mayoría de los cubanos.
Yo compré una mermelada de guayaba de Ceballos que es una auténtica porquería
Ya se ha hecho una práctica este tipo de estafa, Desde hace años se expenden, con el permiso de autoridades locales, productos de dudosa calidad y adulterados, en ferias agropecuarias, parques y otras iniciativas.
Realmente, es un abuso, venden súper caras y sin calidad el puré, que caiga sobre ellos el pes ido de la ley revolucionaria
La adulteración y falsificación de productos no es nueva en Cuba.Hace tiempo se viene realizando y no se toman medidas radicales.Lo más preocupante es que se llegan a colocar en las cadenas minoristas en complicidad con los empleados.
Y funciona el Control Interno en la Enpresa Ceballos? Parece que no. Las que tienen en almacen menos las que usa = existencia y aclarar situacion Empresa o Imprenta.
¿Dónde está la protección del consumidor?
A mi me paso y soy de santa clara Villa clara, 600 pesos una lata de pasta y era puré pero lo triste es que aunque parecía puré de tomate autentico pintaba las comidas rosadas.
Caballos si se respeta no debiera darse por satisfecho salvando su YO NO FUI…es daño a su marca..su prestigio y debiera accionar para perseguir a los delincuentes.
El café Hola de la red minorista normada en la ciudad de Matanzas. De dos paquetes,cuando lo cirno , se desecha un 1/3 de cáscara de café y otras cáscaras. Es una estafa para justificar el desvío de producto hacia el mercado negro.