Cuatro personas murieron en Cuba por imprudencias cometidas durante las intensas lluvias que ha afectado en los últimos días a provincias centrales de la Isla, asociadas al paso de la tormenta subtropical Alberto, informaron autoridades cubanas.
Dos de los fallecidos se registraron en la provincia de Ciego de Ávila, uno en Sancti Spíritus y otro en Villa Clara, según precisó el ministro del Interior, Julio César Gandarilla, durante una reunión gubernamental encabezada por el presidente Miguel Díaz-Canel en la que se analizó la compleja situación provocada por la tormenta.
En el intercambio con varios ministros y autoridades de las provincias más afectadas, Díaz-Canel dijo que “todo lleva una valoración de daños y una respuesta a esos daños”, y apeló a la “capacidad organizativa” de los organismos de la administración del Estado para “trabajar y alentar a la población”.
No obstante, el mandatario cubano afirmo que “de todo esto se sale y la vida nos va diciendo que con los problemas del cambio climático estos fenómenos cada vez van a ser mas frecuentes, por lo tanto tenemos que tener esa capacidad de preparación y de respuesta para cada uno de ellos”.
Las fuertes y continuas lluvias de los últimos tres días han generado inundaciones en las zonas central y occidental de Cuba por el desbordamiento de ríos, embalses y la saturación de los suelos. Por esta razón se han incomunicado varias localidades en las provincias afectadas y han sido evacuadas miles de personas.
Los informes preliminares registran los mayores daños en la infraestructura vial, la agricultura, el servicio eléctrico, el transporte y la vivienda, así como en diversos cultivos como el arroz, el maíz, el tabaco, las hortalizas y los frijoles.
La presidenta del Instituto de Recursos Hidráulicos (INRH), Inés María Chapman, actualizó el estado de los embalses en la Isla y detalló que 141 de ellos están por encima del 90 por ciento de su capacidad y todos los de la región central vierten en este momento.
La también Vicepresidenta del Consejo de Estado alertó que, aun cuando disminuyan las lluvias, se esperan escurrimientos desde las montañas, por lo que debe mantenerse la vigilancia hidrológica.
EFE / OnCuba