Cuatro universidades del centro y el oriente de Cuba sufrieron daños por el azote directo de los fuertes vientos del huracán Irma a su paso por la costa norte de la Isla a finales de la Isla, informó ayer el Ministerio de Educación Superior.
Las universidades del centro del país Martha Abreu, de Villa Clara; la José Martí, de Sancti Spíritus; la Máximo Gómez Báez, de Ciego de Ávila, y la Ignacio Agramonte de la ciudad oriental de Camagüey recibirán recursos para reparar los daños según el nivel de deterioro, indicó el ministro de Educación Superior, José Saborido.
En el caso de la universidad de Camagüey, el ministro dijo que el mayor fue la pérdida de más de 3,000 metros de manta de impermeabilización que dejará en baja por el momento 800 capacidades en una residencia estudiantil.
Durante un recorrido por la universidad, Saborido dijo que ese centro “no tuvo grandes afectaciones en el equipamiento”, pero sí roturas en algunas ventanas de albergues, aulas y laboratorios, así como la voladura de tejas de zinc en el gimnasio de la sede de Cultura Física “Manuel Piti Fajardo”.
El ministro fijó la reapertura de la Universidad de Camagüey, la primera creada tras el triunfo de la Revolución cubana, para el próximo lunes y a partir de entonces se reiniciará gradualmente el actual periodo lectivo, según se recuperen las condiciones necesarias.
El impacto del potente huracán Irma en Cuba causó severos efectos, aún sin cuantificar, entre ellos más de 1,700 escuelas de las enseñanzas primaria, secundaria y preuniversitaria afectadas por las lluvias y los fuertes vientos que lo acompañaron en su trayectoria desde oriente al occidente del país caribeño.
La ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez, declaró a medios oficiales que las escuelas más dañadas se encuentran en La Habana, Matanzas, Villa Clara; mientras que los mayores perjuicios se registraron en Ciego de Ávila y Camagüey, y los principales daños son en techos, averías de puertas y ventanas, y cisternas contaminadas.
Velázquez explicó que el curso escolar se reanudará progresivamente, en la medida en que se estabilicen las condiciones de higiene y disponibilidad de agua segura, y en las escuelas con graves averías los estudiantes serán reubicados en otras instalaciones o casas de familias para continuar las clases.
Cuba cuenta con 10,698 centros educacionales y de ellos 510 fueron destinados a personas evacuadas durante el paso del huracán.
Muchas escuelas convertidas en centros de albergue para damnificados aún permanecen ocupados, por lo que, según ha dicho la ministra, deberán buscarse lugares alternativos para impartir las clases.
El huracán Irma, que llegó a Cuba con fuerza de vientos de categoría 5 (máxima de la escala Saffir Simpson) y después se degradó a 4, dejó diez muertos y afectó severamente los servicios de electricidad y agua, derrumbó viviendas, provocó inundaciones y causó destrozos importantes en su costa norte.
EFE / OnCuba