Cuba enfrentará desde este primero de junio, y hasta el 30 de noviembre, la temporada ciclónica con un 35 % de probabilidades de ser afectada por al menos un ciclón tropical con categoría de huracán.
El Instituto de Meteorología (Insmet) anunció a inicios de mayo que de 11 ciclones tropicales en el área, siete pueden formarse en el océano Atlántico, dos en el mar Caribe y dos en el golfo de México.
Este año, apunta Prensa Latina, el número de organismos tropicales con nombre debe ser ligeramente inferior al promedio histórico de 14.
Mientras, la Universidad Estatal de Colorado, de Estados Unidos, predice la formación de 13 tormentas tropicales, de las cuales seis llegarían a ser huracanes.
De acuerdo con el pronóstico para mayo, la temperatura superficial del mar resultó más cálida de lo normal entre enero y marzo en la franja tropical del Atlántico Norte y el mar Caribe. Esta situación podía prolongarse, dicen los especialistas, hasta favorecer la formación y desarrollo de los ciclones tropicales en la cuenca atlántica.
La temporada de 2022 cerró con un total de 14 ciclones tropicales en la región, entre tormentas tropicales y huracanes.
Pronostican una temporada de huracanes intensa, la séptima consecutiva
Entonces, se formaron ocho huracanes nombrados Danielle, Earl, Fiona, Ian, Julia, Lisa, Martin y Nicole, de los que solo Fiona e Ian llegaron a ser de gran intensidad.
El último huracán que afectó duramente el occidente de Cuba fue Ian en septiembre de 2022. En esta parte del territorio nacional dejó severas afectaciones en la agricultura tras intensas lluvias y vientos que llegaron hasta los 200 kilómetros por hora.
Ian dejó 21 259 hectáreas dañadas, fundamentalmente en las provincias de Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque y en menor medida La Habana, de acuerdo con cifras del Ministerio de la Agricultura.
Un ciclón tropical es un sistema de baja presión formado en los océanos, acompañado por una amplia área de nublados, lluvias, chubascos y tormentas eléctricas.