Las autoridades de sanidad animal en Cuba aseguraron este jueves que “está controlada” la presencia del virus de la influenza aviar después de confirmar recientemente casos detectados en La Habana.
El pasado 7 de febrero el Centro Nacional de Sanidad Animal (Cenasa), perteneciente al Ministerio de la Agricultura, confirmó la presencia por primera vez en Cuba de influencia aviar, variante a(H5N1), específicamente en aves silvestres del Jardín Zoológico, precisa una publicación del diario oficial Granma.
Informan sobre casos de influenza aviar en el Zoológico de La Habana
De acuerdo con el doctor Pastor Alfonso, especialista del Cenasa, gracias a la aplicación rápida y eficiente de los protocolos establecidos, que incluyen ,entre otras acciones, el sacrificio de las aves en cautiverio infestadas, el saneamiento del lugar y la puesta en cuarentena de especímenes que pudieron estar expuestos al virus, “el evento está controlado y no compromete la situación zoosanitaria nacional”.
Señala el medio que tras un aumento repentino de la mortalidad en las aves del zoológico habanero, sus especialistas contactaron a las autoridades sanitarias, y que luego de examinar muestras extraídas de varios cadáveres, se confirmó que los especímenes estaban contagiados con el virus.
Precisan los expertos cubanos que como la transmisión ocurrió en aves silvestres cautivas y no en aves de corral, ante los criterios de la Organización Mundial de la Sanidad Animal el país mantiene su estatus como libre de esta enfermedad.
La influenza aviar está diseminada por todo el mundo. Se transmite entre las aves mediante el contacto directo con un espécimen enfermo, con superficies y alimentos contaminados con saliva, mucosas o heces.
Recuerda Granma que en el continente americano se ha expandido por las aves migratorias originarias de América del Norte, específicamente de Canadá y Estados Unidos, las cuales cruzan la región anualmente en dos olas: de norte a sur durante el otoño e invierno, y de sur a norte en el verano y la primavera, con un pico en los brotes entre los meses de octubre a marzo.
«Por nuestro territorio pasan dos corredores migratorios, por lo que recibimos cada año grandes poblaciones de dichas aves. Estas suelen concentrarse en los espejos de agua (lagos, lagunas, presas) y humedales del país, atraídas por el clima y condiciones naturales», destaca el doctor en Ciencias Cristóbal Arredondo Alfonso, director general del Cenansa.
Un sitio donde es común la presencia de esos animales es, precisamente el Zoológico de 26, hecho que, de acuerdo con el doctor Arredondo Alfonso, explica por qué se produjo la propagación de la enfermedad en este sitio, añade la publicación.
Según Arredondo Alfonso, desde 2021 se detectó un aumento en los casos registrados, lo que ha provocado los dos periodos epidémicos más graves de toda la historia de Norteamérica y Europa. El especialista puso como ejemplo el caso de Estados Unidos, donde en un año han muerto o han sido sacrificadas para contener el virus más de 40 millones de aves de corral, ocasionando pérdidas económicas millonarias.
En América Latina la enfermedad ha afectados diez países, lo que ha desatado una crisis a nivel continental, donde los productos avícolas son la proteína más asequible. Además, el sector representa un medio de sustento para millones de personas, ya sea con la cría de traspatio o masiva, remarcó el especialista.
El pasado mes de diciembre Cuba emitió una alerta sobre la posibilidad de que la gripe aviar llegara al país. Las autoridades aseguran que desde 2005 existe un Plan Nacional de Emergencia que incluye el control y monitoreo constantes sobre poblaciones de aves y en los sitios de mayor riesgo.
Actualmente está activo un grupo temporal de trabajo en el cual laboran en conjunto los ministerios de la Agricultura y de Salud Pública, la Defensa Civil, los Gobiernos locales, además de centros de investigación y diversos laboratorios.
De extenderse la enfermedad a las aves de corral, la consecuencia serían desastrosas, especialmente para la economía, según el criterio de Yolanda Capdevila, especialista epidemiológica del Cenasa.
«Aunque en Cuba no se crían aves masivamente para el consumo de su carne, sí se hace para la producción de huevos. De extenderse el virus en un centro productor, esto implicaría el sacrificio de todas las aves en el lugar, tengan síntomas o no, así como deshacerse de todas las posturas y alimentos. Las pérdidas económicas serían muy elevadas, además de que esto llevaría a un aumento en los precios de los huevos, producto ya encarecido en el mercado nacional», asegura.
Sobre la posibilidad de los seres humanos se contagien con la influenza aviar, Granma indica que la Organización Mundial de la Salud (OMS) describe ese riesgo como «despreciable», por su bajo indice, aunque no es imposible.
Además, el medio hace énfasis en la medidas se seguridad implementadas ante la actual situación y remarca que la solicitud de la instituciones que la población que eviten el traslado y comercio de aves vivas, sean silvestres cautivas o de crianza, sin el debido permiso de las autoridades veterinarias, así como la caza, la captura de aves silvestres, y la exposición o venta de estas en ferias y espacios similares.