Investigadores cubanos desarrollan una técnica que mantiene el color verde en las hojas de tabaco secas y aporta mayor dulzor a las capas, que se usan en los habanos de “poca fortaleza” muy apreciados por los nuevos fumadores, informan este jueves medios oficiales de la isla.
El procedimiento, que tiene sus antecedentes en estudios realizados hace más de seis décadas en el país, se aplica en la provincia de Pinar del Río (oeste), donde se encuentran las famosas vegas de Vueltabajo, que concentran más del 60 % de la producción de la planta en Cuba y producen el apreciado habano isleño.
“El objetivo es lograr hojas que después del proceso de secado posean las características de finura y elasticidad típicas de cualquier capa con que se viste un habano, sin perder su color verde”, precisó al diario estatal Granma el director de la Estación Experimental de Tabaco de San Juan y Martínez, Nelson Rodríguez.
Para evitar que las plantas adopten el habitual tono marrón tras el secado, los investigadores varían los parámetros de temperatura y humedad aplicados en las “casas de cura” del tabaco después de la cosecha, que además “requiere otros manejos específicos en la etapa agrícola”, explicó Rodríguez.
Como resultado, las hojas tratadas con esta tecnología no pierden los azúcares que se eliminan con el procedimiento tradicional, por lo que “poseen un mayor dulzor”.
“Los especialistas consideran que es una capa más ligera. Por eso se utiliza en el torcido de tabacos de baja fortaleza, para las personas que se inician como fumadores, y ha estado ganando adeptos en los últimos tiempos”, subrayó el especialista.
El directivo señala que el habano torcido con hoja verde seca “solo se consume en EE.UU.” y aunque “el actual Gobierno de ese país se empeña en obstaculizar cualquier acercamiento comercial con Cuba” y prohíbe la comercialización de los habanos, la tecnología “ya está disponible para cuando se necesite”.
El tabaco es el cuarto sector que más ingresos aporta al producto interior bruto de Cuba, alcanzando en 2017 por primera vez en su historia el umbral de los 500 millones de dólares en ventas, con un crecimiento del 12 % interanual, según datos oficiales.
El sector emplea a unos 200.000 trabajadores en la isla, que se elevan hasta los 250.000 en el punto álgido de la cosecha.
Los promotores del tabaco cubano destacan que reúne la triple condición de suelo, clima y experiencia de sus productores.
A pesar de reportar operaciones millonarias en 150 países, la compañía hispano-cubana Habanos no puede vender en Estados Unidos debido al embargo que Washington mantiene sobre Cuba, perdiendo así su oportunidad en el que está considerado el primer mercado mundial de tabaco premium al acaparar dos tercios de la cuota global.