Cuba inauguró este viernes la zafra azucarera 2018-2019 con el objetivo de producir 1,7 millones de toneladas y así revertir los bajos resultados de cosechas anteriores, afectadas por incumplimientos y problemas climatológicos.
La apertura tuvo como sede el ingenio Argeo Martínez, de la provincia oriental de Guantánamo, donde ya se iniciaron los cortes de la caña de azúcar que este sábado comenzarán a moler sus máquinas, según medios de prensa cubanos.
“Aumentar la productividad, eficiencia, ahorro y reducir los costos de producción”, además de “mayor disciplina y organización”, son los principales demandas de las autoridades cubanas para la actual zafra, cuyo inicio supervisaron esta semana el segundo secretario del Partido Comunista, José Ramón Machado, y el primer vicepresidente del Gobierno, Salvador Valdés.
El Argeo Martínez guantanamero tiene la responsabilidad de abrir las actividades de la nueva zafra, luego de un trienio sin cumplir su plan de producción de azúcar, debido a factores adversos como lluvias imprevistas y la obsolescencia de equipos.
En este período –que según el cronograma concluirá en abril de 2019– participarán un total de 54 fábricas de azúcar, pero en una primera etapa moverán sus máquinas 20 ingenios, según explicó recientemente Julio García, presidente del Grupo Empresarial Azucarero Azcuba, que dirige el sector en la Isla.
García aseguró que otros 32 ingenios comenzarán operaciones en diciembre y los 2 restantes programados, de las provincias Ciego de Ávila y Las Tunas, se incorporarán en enero.
La semana pasada, una reunión nacional del sindicato azucarero debatió sobre la necesidad de incrementar los rendimientos y la producción de caña, las cooperativas de agricultores del sector, el aprovechamiento de la fuerza de trabajo y el comportamiento técnico económico de la zafra pasada, entre otros aspectos que han golpeado este renglón clave de la economía cubana.
La cosecha azucarera 2017-2018 estuvo marcada por la adversidad del clima y desde finales de abril pasado las constantes lluvias obligaron a paralizar las operaciones en la mayoría de las fábricas de la Isla, lo que anticipó su cierre y provocó el incumplimiento de sus objetivos de producción fijados inicialmente en 1,6 millones de toneladas.
El resultado de la reciente zafra –de poco más de 1 millón de toneladas de azúcar crudo– fue similar a la de la temporada 2009-2010, con una producción de 1,1 millones de toneladas, la peor en más de un siglo de esta industria que décadas atrás había sido la locomotora económica de la Isla.
En sus momentos de esplendor, la industria del azúcar cubana llegó a producir hasta 8 millones de toneladas, pero desde hace años no logra el despegue para recuperar los resultados de otros tiempos. No obstante, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha afirmado que la zafra azucarera será siempre “un renglón importante” para la economía cubana.