Cuba no se opondría a ninguna iniciativa para flexibilizar las sanciones económicas y financieras impuestas por el gobierno de Estados Unidos, aunque solo suponga beneficios para el emergente sector privado en la Isla.
“Si se introducen excepciones al bloqueo con el sueño de acabar con la Revolución, no nos vamos a oponer”, expuso este miércoles Carlos Fernández de Cossío, vice titular del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), durante su intervención en un foro académico dedicado a analizar el estado de la relaciones entre Cuba y Estados Unidos en el actual contexto internacional.
El diplomático reconoció que esos pasos estarían encaminados a “subvertir el sistema político del país” y calificó la idea como un “error mayúsculo”.
El impulso a un mayor apoyo a los emprendedores privados cubanos está entre las medidas anunciadas el pasado mes de mayo por la administración del demócrata Joe Biden, algo que el gobierno cubano califica como “un arma política”.
Fernández de Cossío explicó que los propósitos no están enfocados en contribuir con el desarrollo económico del país, ni al mejoramiento de las condiciones de vida de un amplio sector de la población.
“Si esto permite una mayor prosperidad de cualquier sector de la economía, no vamos a poner obstáculos. Si logran concebir excepciones que beneficien a unos y continúen castigando a otros, tampoco vamos a tratar de impedirlo”, afirmó.
Sobre el actual escenario de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el vice canciller cubano afirmó que “no ha tenido cambios perceptibles”, aunque reconoció que durante el 2022 se dieron pasos importantes, y que estos no fueron unilaterales.
Mencionó los intercambios en temas migratorios realizados en el mes de mayo en Washington, y luego en La Habana durante el pasado mes de noviembre, pues se trata de un fenómenos que “afecta a ambos países”.
A su vez, recordó que este tipo de encuentros no se realizaban desde julio de 2018, y que durante todo ese tiempo Estados Unidos no honró los acuerdos suscritos por ambos países.
También valoró como “constructivas” las conversaciones, pues sirvieron “para comprobar la validez de los acuerdos, reiterar el compromiso político mutuo, identificar áreas que requieren mayor atención, y analizar temas que no están recogidos en los acuerdos, pero tienen gran influencia en los acuerdos”.
Fernández de Cossío confirmó que al concluir el más reciente año fiscal el gobierno estadounidense cumplió con la entrega de al menos 20 000 visas, algo que no sucedía desde 2017, y consideró como positivo el anuncio de que a partir del próximo mes de enero la embajada de Estados Unidos en La Habana retomaría todos servicios consulares interrumpidos por el gobierno de Donald Trump.
El diplomático puso en valor otros intercambios celebrados durante el presente año, entre ellos el de expertos sobre documentación falsa, y el de especialistas de las Tropas Guardafornteras del Ministerio del Interior (Minint) y el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos, que mantiene la repatriación segura hacia la Isla de las personas interceptadas en el mar.
El diplomático cubano también se refirió a otros diálogos sostenidos en materia de enfrentamiento a derrames de petróleo en el mar, en el área de salud, y adelantó que se preparan otros relacionadas con la protección del medio ambiente.
“Ha existido un mayor grado de interlocución entre el Minrex y el Departamento de Estado y otras agencias. Son pasos mutuos de cierta importancia que no pueden desconocerse”, aseguró.
En la dirección contraria
Fernández de Cossío también hizo énfasis en temas en los que las relación entre ambos países no ha podido avanzar. Mencionó entre ellas la inclusión de Cuba en un listado de naciones en las que existe preocupación por la libertad religiosa, acusaciones que, según dijo, fueron hechas “sin fundamento y con argumentos deshonestos”.
También se refirió a otros pasos anunciados “con mucha fanfarria” y sin el compromiso de desmantelar las sanciones impuestas por la administración Trump, como la flexibilización en el envío de remesas a Cuba.
“Todavía no existe un flujo regular de remesa… y si llega a haber en un futuro cercano, se debe a pasos que ha dado Cuba y no a decisiones tomadas por Estados Unidos”, dijo.
El viceministro también consideró como incoherente el objetivo de Estados Unidos por impulsar la conectividad a Internet en Cuba, “porque es decisión de ese gobierno que muchos sitios comerciales privados de su país estén prohibidos en Cuba”, afirmó.
Para ilustrar esta contradicción, se refirió también a la reciente recomendación negativa de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) para la instalación del primer cable de telecomunicaciones submarino que conectaría a Estados Unidos y Cuba.
Como medida adoptadas en la dirección correcta expuso la reapertura de vuelos desde Estados Unidos hacia varias provincias cubanas y las facilidad prometidas para la realización de viajes en grupo para ciudadanos estadounidenses, que hasta el momento han funcionado bien.
“Son un contraste con los dos últimos años del gobierno de Trump y con el año 2021, y es parte de lo que describe la relación bilateral”, sentenció.
Sin embargo, el diplomático calificó a la actual administración demócrata como la que “con más agresividad y eficacia ha aplicado el bloqueo” contra Cuba, y añadió que esas sanciones “continúan siendo el factor central y definitorio de la relación bilateral entre Cuba y Estados Unidos”.