Redacción OnCuba
El Grupo Empresarial Tabacuba, ente rector de la producción de cigarros en Cuba, reconoció que entre enero y junio sus fábricas solo han logrado producir el 47 % de lo planificado, por lo que no superan la escasez del producto altamente demandado por la población según un reportaje del periódico Granma.
Fuentes empresariales, citadas en el trabajo “Qué pasa con los cigarros en Cuba”, firmado por tres periodistas, aseguran que el atraso “se debe, principalmente, a la falta de materiales directos utilizados en la industria cigarrera, como el papel de cigarro, marquillas (caja de cigarros) y papel para envoltura (rueda o paquete de cigarro), que provocó la paralización de las fábricas en enero, marzo y mayo”.
El Ministerio del Comercio Interior informa que está garantizada la distribución de la canasta familiar normada correspondiente al mes de agosto según los percápita vigentes. Se mantiene la venta controlada de chícharos, cigarros y productos de aseo.https://t.co/hdT9Gk4Fnz
— Comercio Cuba (@MincinCuba) August 1, 2022
“La no disponibilidad de buques, el alto precio de los fletes y la lejanía de los proveedores provocó demora en las importaciones y exigió rehacer contratos, lo que incidió negativamente en los niveles de producción de la industria nacional”, señalan los directivos.
También reconocen que “la compleja situación energética del país ha influido en los resultados productivos, pues ha sido necesario que las fábricas estatales paren máquinas en el horario pico de 11:00 a.m. hasta la 1:00 p.m”.
Tabacuba cuenta con cuatro fábricas de cigarros distribuidas en el país, además de la empresa mixta Brascuba Cigarrillos S.A., ubicada en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, dedicada a la fabricación de cigarrillos de las marcas H. Upmann, Popular con filtro, Rothmans, Dunhill y Cohiba. Según la fuente, esta última ha logrado producir hasta el momento el 86 % de su plan, y las ventas han ayudado a paliar la crisis existente.
La poca existencia de cigarrillos ha generado un mercado paralelo a elevados precios, que pueden rondar los 200 CUP la cajetilla, lo cual ha obligado al gobierno a establecer esquemas controlados de venta a través de la libreta de abastecimiento con el fin de evitar el acaparamiento y la reventa.
Sin embargo, apunta Granma, hasta el momento la medida no ha tenido el efecto deseado, pues según declaraciones de uno de sus lectores, nombrado Pablo Sánchez, la falta de control en los puntos de venta y la desigual distribución por territorios resultan otros problemas que han profundizado la crisis.
Además, la mayoría de las personas que adquieren cigarros de manera controlada no son fumadores, pero los compran para luego revenderlos a un precio notablemente superior al de adquisición, como reconoció Josuá Sánchez, un jubilado de la provincia Holguín “quien da salida al que le corresponde porque es una vía de ingreso para aliviar su situación monetaria”.
Para Granma, el fenómeno viene arrastrándose desde el pasado año y, aunque se esperaba que en la primera mitad del presente la situación hubiese mejorado, no ha sucedido.
Industria de cigarrillos en Cuba no logra satisfacer la demanda de los fumadores
Según directivos de Tabacuba, sus fábricas de La Habana, Villa Clara y Sancti Spíritus cuentan con materiales para producir hasta el mes de septiembre, mientras que realizan las acciones para garantizar insumos necesarios que les permitan culminar la producción del año.
En cambio, la fábrica de Holguín se detendrá hasta finales de agosto por falta de marquillas. “El papel utilizado en su fabricación llegará al país en la primera quincena de agosto y debe ser procesado en las imprentas antes de arribar a la fábrica”, explicaron fuentes del Grupo Empresarial.
Como alternativas para solucionar la grave escasez del producto las autoridades buscan nuevos proveedores y ofertantes de servicios en la industria nacional. Además, determinaron utilizar el papel destinado a la fabricación de las envolturas para hacer las marquillas y comercializar de forma mayorista las cajas de cigarro dentro de cajas de cartón, agrega el reportaje de Granma.
