El mayor mapa del tesoro de la historia fue presentado por el Ministerio de Cultura de España. Y en él, Cuba es protagonista.
Tras cinco años de trabajo, la Subdirección General de Patrimonio Histórico elaboró el primer Inventario de naufragios españoles en América, que detalla la ubicación de 681 navíos españoles hundidos en las aguas americanas entre 1492 y 1898, entre los que Cuba posee más de la tercera parte, según reveló el diario El País.
En total, la mayor de las Antillas posee 249 pecios españoles identificados y es seguida por la costa atlántica de EE.UU. (153), que incluye las famosas islas de los piratas, y la Antigua Florida (150), zona que se extendía por los actuales estados de Texas, Luisiana, Misisipi, Florida, Georgia y Alabama.
Por su parte, Panamá cuenta con 66 hundimientos reconocidos y La Española –isla que comparten Haití y República Dominicana– con 63.
De acuerdo con el inventario coordinado por el arqueólogo submarino Carlos León con la colaboración de la también arqueóloga Beatriz Domingo y la historiadora naval Genoveva Enríquez, solo el 23% de los naufragios documentados tiene indicios arqueológicos. El resto está aún sin explorar.
El estudio del Ministerio de Cultura español relaciona la ubicación de cada pecio, el nombre de la nave, el tipo de barco, el nombre del capitán, el armamento y la carga embarcada, así como la tripulación y los pasajeros.
Entre los naufragios más célebres recogidos se hallan los de la mítica Santa María, de Cristobal Colón –primera nave europea hundida en América–, los barcos que perdió Hernán Cortés en su conquista de México y los comandados por otros grandes conquistadores como Francisco de Pizarro o Núñez de Balboa. El estudio también ofrece las coordenadas de sitios donde se perdieron increíbles tesoros de oro, plata, esmeraldas y perlas.
La gran mayoría de los hundimientos (91,2%) tuvieron como origen causas meteorológicas y solo el 1,4% fueron provocados por combates con fuerzas de países enemigos.
Mientras, apenas el 0,8% de los hundimientos se debió a ataques de piratas y corsarios, lo que desmitifica el estereotipo de las continuas conquistas y hundimientos causados por esos temibles saqueadores del mar.
“Lo de los piratas es más leyenda. Los barcos españoles eran temibles, iban fuertemente artillados y podían cargar decenas de cañones. Daban más miedo ellos a los piratas que al revés”, aseguró Carlos León, citado por El País.
En el caso de Cuba, el inventario recoge, por ejemplo, los 70 barcos que se fueron a pique a causa de un huracán en el puerto de La Habana, y otras 60 embarcaciones naufragadas en 1810 en el mismo lugar y por un motivo semejante.
También los galeones Neptuno, Nuestra Señora del Pilar y Nuestra Señora de Loreto, hundidos en 1762 por los españoles para obstaculizar el acceso a los invasores ingleses al puerto de La Habana, y los destructores Cristóbal Colón, Furor, Almirante Oquendo, Infanta María Teresa y Vizcaya, víctimas de la flota de Estados Unidos en la batalla naval de Santiago de Cuba, en 1898, y cuyos pecios son actualmente monumento nacional.
Además, están documentados, entre otros, los restos de barcos hundidos por piratas en la zona de Camagüey en 1603, otro navío mandado a pique por un temporal cerca de Santa Isabel en 1605 y la carga lanzada por la borda por Juan de Benavides en 1628 en la bahía de Matanzas para que no fuera robada por corsarios holandeses.
No obstante, todavía podrían incluirse más, pues expertos cubanos aseguran que actualmente existen unos tres mil naufragios inexplorados en las costas de la Isla.
Por su parte, la Subdirección General de Patrimonio Histórico de España confirmó que solo ha terminado una de las diversas partes que tendrá en el futuro el mapa del tesoro, al que los especialistas prefieren denominar “mapa del patrimonio cultural sumergido del imperio español”.
El ahora presentado se circunscribe únicamente a los hundimientos en el Caribe y en la costa atlántica de Estados Unidos, por lo que faltan por rastrear los naufragios ocurridos en el Pacífico, el Atlántico Sur y Filipinas para tener una idea fiel del volumen del transporte marítimo español entre los siglos XV y XIX y de la cantidad exacta de barcos que se perdieron, concluye El País.
Resulta muy interesante y llamativo cuan rico es nuestro patrimonio cultural sumergido que abarca desde los primeros año de la colonización española hasta finales del sigo XIX. No diría que Cuba tiene 249 pecios, cifra realmente opacada por la realidad del pasado, sino mucho más, aunque nunca debe olvidarse el cementerio de naves que existe frente a la costa atlántica de los Estados Unidos, una de las más ricas y diversa de América. El naufragio como suceso puede provocar que una embarcación se hunda en el abismo, todo según las circunstancias en que haya ocurrido. Si es así podemos considerarlo como un pecio, de lo contrario podriamos dejarlo en el listado de los naufragios de escasa importancia material si después de él hubo rescate y tal vez salvamento del buque. Es cierto que el Caribe y sus aguas circundantes son ricas en eventos de este tipo, por lo que podría pensarse que quedaría mucho tiempo aun para realizar un estudio más exhaustivo que permita revelar el verdadero patrimonio que poseemos.
Estoy dispuesto a sacrificar mi vida por dar paso a encontrar el tesoro perdido de Cayo Santa María aquí en Villa Clara, por favor me pudieran ayudar dándome algunos datos específicos