Cuba prepara su estrategia para enfrentar una eventual llegada al país de la hepatitis infantil aguda de origen desconocido presente ya en un grupo de naciones, reveló este lunes el director de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap) de Cuba, Dr. Francisco Durán.
El directivo confirmó este lunes que aún no se han reportado casos de la enfermedad en la Isla, pero explicó que ya se elaboró un plan de vigilancia para saber cómo proceder si se notificara un niño con los síntomas de la dolencia, de acuerdo con un despacho de la agencia Prensa Latina (PL).
En su tradicional comparecencia televisiva, Durán precisó que se trabaja de la misma manera que se hizo en enero de 2020 ante la amenaza de la COVID-19, cuando se elaboraron normas para la prevención y el control de la por entonces nueva enfermedad.
Además, recomendó mantener el uso del nasobuco o mascarilla, pues en un porcentaje de los casos estudiados de la hepatitis infantil en el mundo, se encontró la presencia de un adenovirus, que es un patógeno transmitido por las vías respiratorias, refiere la información.
Autoridades sanitarias desmienten rumores sobre reportes de hepatitis aguda infantil en Cuba
Recuerda PL que el pasado 5 de abril Reino Unido notificó los primeros 10 casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido y un mes más tarde la afección ya estaba presente en 20 países, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ante la expansión de la dolencia, el organismo lanzó una alerta epidemiológica y reconoció que actualmente se investiga una posible asociación entre los casos de hepatitis aguda severa en población pediátrica, y la infección por adenovirus.
De los 169 casos notificados de esa enfermedad hasta el 29 de abril, en 85 se realizaron pruebas para la identificación de este patógeno, de los cuales 74 resultaron positivos y el adenovirus tipo 41 se halló en 18, informó Durán, citado por PL.
El experto refirió igualmente que los aquejados son menores entre un mes y 16 años de edad, cuya evolución clínica resulta variable. El 10 % del total de enfermos ha necesitado de un trasplante de hígado, acota la publicación.
Las manifestaciones clínicas de los casos identificados corresponden a una hepatitis aguda con transaminasas elevadas. La mayoría de ellos presentaron ictericia, además de signos y síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, diarrea y vómitos), y no se manifestó fiebre, puntualizó Durán.
El especialista remarcó que en ninguno de los pacientes diagnosticados se identificó la infección por los virus de la hepatitis A, B, C, D y E.