Cientos de miles de personas volvieron este domingo a las plazas de todas las provincias cubanas para festejar el Día Internacional de los Trabajadores, en lo que constituyó el primer evento masivo de carácter político en la Isla después de una pausa forzada de dos años por la pandemia de coronavirus.
El acto central por la celebración se efectuó en la Plaza de la Revolución de La Habana, donde el desfile comenzó con un bloque de trabajadores del sector de la Salud Pública y del grupo empresarial estatal BioCubafarma, responsable de la elaboración de las vacunas contra la COVID-19 creadas por instituciones científicas nacionales.
Banderas cubanas, pancartas, lemas alusivos a la fecha y música caribeña a altos decibeles marcaron el ritmo de las celebraciones en la capital cubana, donde miles de personas desfilaron en 17 bloques de distintos sectores, incluyendo grupos de empleados de todos los ministerios, instituciones y empresas del Estado, del Banco Central y el Tribunal Supremo, cada colectivo portando una pancarta con el nombre de su centro de trabajo.
El acto estuvo presidido por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y su antecesor, Raúl Castro, junto a altos cargos del Gobierno y del Partido Comunista.
Antes de arrancar el desfile, el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC, sindicato único legal), Ulises Guilarte de Nacimiento, afirmó en una alocución que Cuba “vive y trabaja desde la resistencia creativa”.
El directivo sindical señaló en su mensaje que el contexto internacional es “complejo y desafiante” y denunció el aumento de la hostilidad y el bloqueo económico de Estados Unidos contra la Isla como “el principal obstáculo” para su desarrollo.
En el desfile participan también más de mil delegados internacionales de 60 países y representantes 219 organizaciones y asociaciones, según informaron los organizadores.
Estos representantes internacionales aseguraron que era “muy emotivo” presenciar en La Habana las celebraciones por el 1ro de mayo, mientras otros calificaron como “una inspiración” la posibilidad de compartir con el pueblo cubano y apoyarlos en su lucha contra el bloqueo económico de Estados Unidos.
Las imágenes de plazas abarrotadas se repitieron en todas las provincias y municipios del país. En Santiago de Cuba, por ejemplo, la Agencia Cubana de Noticias, reseña que alrededor de 320 000 personas desfilaron en un acto encabezado por el vicepresidente Salvador Valdés Mesa.
Cuba retomó los desfiles masivos, impedidos hasta ahora por la pandemia de coronavirus, tras reducir considerablemente los contagios gracias a la campaña de inmunización realizada con las vacunas Abdala y Soberana, todas de creación propia.
En las últimas jornadas se han registrado unos doscientos nuevos casos diarios de la COVID-19 y los expertos que asesoran al gobierno cubano en esta materia consideran que estas cifras se van a mantener estables en las próximas semanas, incluso a caer.
El propio ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, quien participó en el desfile de Pinar del Río, llamó a participar de forma masiva en las festividades al personal del sistema sanitario.
“Llenemos este domingo las plazas de todo el país de alegría, con el compromiso que distingue a los trabajadores de nuestro sector, todos imprescindibles en la inigualable batalla por la vida que ha dado Cuba en los últimos dos años”, afirmó el ministro
Igualmente, este es el primer acto de masas tras las protestas antigubernamentales del pasado 11 de julio, por lo que representó una oportunidad para las autoridades cubanas de demostrar su poder de convocatoria.
No obstante, el llamado llegó en un momento en el que persisten algunas de las causas de aquellas manifestaciones, como la grave crisis económica que afecta al país, con problemas de abastecimiento, apagones y una fuerte inflación.
Esta situación es fruto de la combinación de las consecuencias de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y los fallos en la gestión macroeconómica nacional.
Redacción OnCuba/EFE.