Más de 13,700 “promotores de ruido” han sido reportados entre enero y marzo de este año en Cuba, como parte de una estrategia gubernamental para disminuir los altos niveles de contaminación acústica, causados principalmente por la “música estridente” reproducida en casas, coches y autobuses.
De este total, un “grupo importante fueron multados, los reincidentes fueron procesados por desobediencia y los restantes advertidos”, revela un artículo publicado por el diario Juventud Rebelde.
La Habana, la ciudad más poblada de la Isla, concentra la mayor cantidad de denuncias por ruido, sobre todo en municipios con gran densidad de habitantes como Centro Habana, 10 de Octubre, La Habana Vieja y Playa, que acumulan el 47 por ciento de los reportes en la capital, según datos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
El horario más frecuente para estas infracciones es “la noche-madrugada y los viernes, sábados y domingos, en coincidencia con los períodos de descanso de la población”, indica.
La música y el baile forman parte de la cultura y la identidad de los cubanos, orgullosos de la calidad y gran influencia de sus ritmos, apreciados y conocidos en todo el mundo.
Sin embargo, en los últimos años han aumentado las personas que reproducen música a todo volumen, no solo en sus casas y coches, sino también mientras caminan por la calle o en el transporte público.
El estruendo, además, lo suelen producir canciones de reguetón o trap, que han sustituido en los últimos años a ritmos isleños más tradicionales como la salsa, la rumba o el son.
Hace varios años el Gobierno desplegó una campaña audiovisual para educar sobre los peligros de este tipo de contaminación sobre la salud, que hoy ha derivado en acciones concretas contra los infractores.
“Los escenarios de mayor incidencia [de ruido] continúan siendo las viviendas particulares y los vehículos, así como las personas detectadas en la vía pública a la salida de centros nocturnos y de esparcimiento, y las áreas de parques y plazas culturales”, indicó la PNR.
Para la Policía cubana “es significativo y preocupante el incremento de las personas que llevan en la vía pública, parques y a bordo de ómnibus, equipos portátiles de alta potencia”.
“Muchas personas ven con total normalidad el fenómeno e incluso lo aprueban, pues no tienen una percepción del daño que puede ocasionar la contaminación sonora”, insisten las autoridades.
Sin embargo, reconocen que han recibido más 4,000 denuncias telefónicas por mes.
La PNR informó de que han ocupado y retenido durante dos meses varios “bicitaxis y vehículos de tracción animal” donde se ha cometido esta “indisciplina social”.
También han indicado retirar las bocinas de autos que “provocan altos ruidos y molestias” y han alertado “con un impacto positivo” a empresas estatales que administran discotecas y centros de recreo.
EFE / OnCuba
y quien demanda al estado cuando es este el que produce el ruido? los cubanos tenemos un vacio legal importante.