Jorge Luis Perdomo Di-Lella, vice primer ministro de Cuba desde 2021, fue destituido del cargo este lunes “por errores en el desempeño de sus funciones”.
La destitución fue acordada por el Consejo de Estado, “a propuesta del Presidente de la República y previa aprobación del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba”, según una nota oficial, que no brinda detalles sobre los motivos de su cese.
Se trata de la última de varias destituciones y “liberaciones” anunciadas en este año entre cargos a distintos niveles del Gobierno cubano y el Partido Comunista. Entre estas destaca la del exministro de Economía y también exvice primer ministro, Alejandro Gil, que un mes más tarde fue acusado de corrupción.
Será el hasta ahora ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) —y antes presidente del grupo empresarial BioCubaFarma—, Eduardo Martínez Díaz, quien ocupe el puesto de Perdomo Di-Lella como vice primer ministro.
A su vez, al frente del Citma fue promovido Armando Rodríguez Batista, su actual viceministro, Doctor en Ciencias de 47 años de edad.
Ascenso y caída de Perdomo Di-Lella
A sus 52 años el ahora destituido era uno de los rostros más jóvenes del Gobierno cubano —si bien no especialmente mediático—, y acumulaba ya años de experiencia en gestión al más alto nivel ejecutivo.
Antes de ocupar el cargo que ahora pierde, Perdomo Di-Lella fue viceministro, viceministro primero y ministro del Ministerio de Comunicaciones. Desde 2018 es diputado al Parlamento.
En 2021, sustituyó como viceprimer ministro a Roberto Morales Ojeda, quien fue liberado de su cargo al asumir una mayor responsabilidad en el Partido Comunista. Es ingeniero en Telecomunicaciones y Doctor en Ciencias Técnicas por la universidad alemana de Münster.
Ascendió en su momento dentro del gobierno cubano como uno de los seis viceprimeros ministros, cargo que también ocupan, entre otros, el histórico Comandante Ramiro Valdés, Inés María Chapman y Jorge Luis Tapia.
La denominación de “errores en el desempeño de sus funciones” se ha empleado en otras ocasiones por el oficialismo cubano para apuntar a posibles abusos de poder o delitos de corrupción, pero es una denominación ambigua y sin ningún significado legal, hace notar EFE.
Este mismo mes, el gobernador de la provincia cubana de Las Tunas, Jaime Ernesto Chiang, renunció, también por “errores”, y el vicegobernador de ese territorio fue suspendido en su cargo por “violaciones en el ejercicio de sus responsabilidades”, informó la prensa estatal.
El gobernador de la provincia cubana Las Tunas renuncia tras “errores”
En abril último, el gobernador de la provincia de Cienfuegos, Alexandre Corona, también renunció a su cargo tras “reconocer errores” cometidos durante sus cuatro años de gestión.
Estas salidas se suman al inusual número de cambios de figuras políticas en Cuba, tanto a nivel regional dentro del Partido Comunista, como en varios ministerios del país.
Se acumulan así los llamados “movimientos de cuadros” en la isla.
Díaz-Canel ha reiterado en los últimos meses la “tolerancia cero” del Gobierno con los delitos económicos. Mientras, el primer ministro, Manuel Marrero, citado en medios oficiales, ha pedido “más mano dura” frente a “la blandenguería, la falta de exigencia y de control” en el sector estatal.