El presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez sostuvo este lunes una conversación telefónica con su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, en la que abordaron temas relacionados con la cooperación estratégica entre ambos países, confirmaron medios oficiales de la Isla.
El sitio web oficial Cubadebate reseña el escueto comunicado divulgado por el gobierno ruso, según el cual los presidentes mantuvieron “un profundo intercambio de puntos de vista sobre el tema de la cooperación comercial, económica y de inversión bilateral”.
https://twitter.com/PresidenciaCuba/status/1485665736483872771?s=20
Apunta la misma fuente que reiteraron “la intención de trabajar en estrecha colaboración para fortalecer las relaciones bilaterales” y acordaron “intensificar los contactos a varios niveles”.
Refiere el comunicado del gobierno ruso que Díaz-Canel agradeció la asistencia humanitaria brindada por el gobierno de Moscú a Cuba, que incluye la cooperación en la lucha contra el coronavirus.
El texto no menciona si los presidentes abordaron la posibilidad de desplegar infraestructura militar rusa en la Isla, tema que cobró relevancia a partir de una entrevista difundida por el canal RTVI, en la que el vicecanciller ruso Serguei Ryabkov se abstuvo de confirmar o desmentir si su gobierno se había planteado dar ese paso para defender sus intereses, y como medida para disuadir a Estados Unidos y sus socios de una expansión de la OTAN hacia sus fronteras.
Rusia no desplegaría armamentos sin el consentimiento de Cuba y Venezuela
Poco después el portavoz presidencial ruso Dmitri Peskov dejó entrever que Rusia no desplegaría armamentos en Cuba y Venezuela sin el consentimiento de estos países, apuntando: “estamos hablando de Estados soberanos”.
La cuestión tampoco fue abordada por el ministro de exteriores ruso, Serguei Lavrov, y el Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken durante su más reciente cumbre, celebrada en Ginebra para discutir las tensiones que se viven actualmente en la frontera de ruso-ucraniana, donde Moscú mantiene desplegados a más de 100 000 militares, asunto que Occidente considera el preámbulo de una invasión a Ucrania.